La infusión de manzanilla es una de las más comunes, utilizándose principalmente como complemento de las principales comidas o en los tentempiés. No obstante, las propiedades medicinales de la manzanilla son muchas, y si bien esta planta es cotidiana, también es altamente efectiva frente a múltiples trastornos.
La manzanilla contiene del 0,4 % al 2 % en aceite esencial y es en este aceite donde se encuentran sus dos principales principios activos, el alfa-bisabolol y el camazuleno (con propiedades antiinflamatorias y sedantes), éstos actúan en consonancia con el principio amargo de la manzanilla, el cual tiene acción tonificante.
Manzanilla como remedio natural
Veamos a continuación en qué casos podemos utilizar la infusión de manzanilla como remedio natural.
Malestar estomacal
La manzanilla es una planta excepcional para mejorar los problemas de estómago ya que actúa como un tónico digestivo, por lo tanto es muy útil para mejorar las digestiones pesadas.
También posee actividad antiespasmódica, por lo que podemos utilizarla en cualquier trastorno donde estén presentes los molestos retortijones.
Es útil para mejorar la gastritis, la úlcera de estómago y para facilitar la expulsión de gases. Además, estimula la expulsión de bilis y es útil en el tratamiento de las afecciones de hígado.
Manzanilla para calmar los nervios
La manzanilla actúa como un sedante suave y por lo tanto nos ayuda a aliviar de forma natural el nerviosismo, especialmente cuando esta afección nerviosa se manifiesta de forma física con síntomas digestivos, como sensación de un nudo o malestar estomacal.
Dolores menstruales
Esta planta tiene acción emenagoga, es decir, favorece las contracciones uterinas y facilita la menstruación. Además, por su acción antiespasmódica es útil para aliviar los dolores que en ocasiones acompañan al período.
Inflamación y dolor
La infusión de manzanilla puede ser aplicada externamente para así beneficiarte de sus propiedades beneficiosas frente al dolor y la inflamación.
La aplicación tópica de la infusión de manzanilla es muy amplia, podemos utilizarla como colirio ocular para prevenir y tratar múltiples afecciones como la conjuntivitis o el orzuelo, aunque también podemos aplicarla en forma de cataplasma o loción en zonas corporales que presenten inflamación.
Cómo preparar la infusión de manzanilla
En la actualidad puedes encontrar múltiples bolsitas de infusión muy cómodas de preparar, pero generalmente, la planta empleada es de menor calidad y por lo tanto sus propiedades medicinales también se ven mermadas.
Te recomendamos que tú mismo realices la infusión de manzanilla empleando las flores secas de la planta y utilizando una cucharadita de éstas por cada taza de agua.
Se lleva a hervir el agua y después se aparta del fuego y se vierte en una taza sobre las flores de manzanilla. Se tapa y se deja reposar de 5 a 10 minutos, posteriormente puede tomarse.
La dosis indicada para una infusión de manzanilla debe ser menor en niños y en cualquier caso debemos limitar las infusiones a 2 o 3 al día, ya que un exceso de las mismas puede provocar vómitos.
¿Te gusta la infusión de manzanilla? ¿Sueles darle otros usos aparte de tomarla como infusión? Opina y comparte.