Los remedios naturales para el asma son algo que te puede ayudar a controlar este problema de salud desde sus inicios. Con estos consejos y técnicas podrás decir adiós a los ataques de asma y llevar una vida más normal.
A pesar de que me encantaría darte una fórmula mágica o un ungüento que puedas aplicarte en el pecho que te quitará todos los problemas de asma, no puede ser. Vas a tener que trabajarlo y si tú o alguien de tu familia es asmático tomar en consideración esta serie de consejos.
Remedios caseros contra el asma
Conozco a varias personas que lo vienen haciendo desde hace tiempo y sus críticas no podrían ser más positivas. En algunos casos incluso ha dejado de manifestarse.
Evita tener agentes irritantes en casa
Ya que no puedes tener control sobre lo que pasa en la calle, como la polución y demás, debes coger el control de puertas para dentro. Eliminando los agentes irritantes dentro de casa, lo creas o no, te puede ayudar enormemente a combatir el asma.
En sitios cerrados hay de 2 a 5 veces más agentes tóxicos que en espacios abiertos, por lo que te merece la pena probarlo. Siempre que puedas mantén las ventanas abiertas en invierno, parece una locura, pero si te puedes permitir un ventilador que mantenga la temperatura dentro y puedes ventilar, mejorará tu calidad de vida. Además también debes:
- Evitar que nadie fume dentro de casa, y tampoco tener ceniceros.
- No usar jabones antibacterianos y desinfectantes.
- Usar productos de limpieza naturales, o directamente de los que ya tienes en casa como vinagre o bicarbonato.
- Pon un deshumidificador en las zonas más húmedas.
- Evita alfombras o elementos decorativos que no te permitan limpiar a fondo para eliminar los ácaros.
- Cambia la ropa de cama una vez a la semana.
- Utiliza sábanas y almohadas antialérgicas.
- No uses aerosoles ni productos de belleza con base de petróleo.
- Si tienes cucarachas, debes hacerte cargo del problema, pues son una de las causas de asma.
- Si tienes visitas procura que tu habitación esté cerrada y no ir allí, así mantienes el ambiente limpio (que pasas muchas horas al día ahí).
Controla tu estrés
Tanto el estrés emocional como el físico pueden ser uno de los desencadenantes más habituales de ataques de asma. Si notas que frecuentemente te saturas o tienes ansiedad, puede ser el momento de acudir a un especialista.
Mantener a raya los niveles de estrés es ideal para evitar que se manifieste el asma. Prueba practicando yoga, algún hobbie, o tratar de preocuparte menos.
Haz ejercicio y “dale marcha al cuerpo”
Si bien es verdad que el asma te puede causar problemas físicos, cansancio y demás, no lo uses de excusa para no hacer ejercicio.
Hacer ejercicio leve también es bueno para aumentar tus niveles de serotonina. A mejor te encuentres, más difícil será que te dé un ataque. Puedes empezar por algo facilito, caminar un rato, saltar a la comba, o incluso si te gusta ir a clases de baile (o baile libre!).
El caso es moverte lo suficiente como para haber hecho ejercicio, sin llegar a notar que el asma haga de las suyas. Si se da el caso de que empiezas a tener alguno de los síntomas del asma, es momento de parar y descansar.
Cuando lo conviertas en una rutina, verás como cada vez será más difícil que te den ataques, y también podrás ir aumentando el ritmo del ejercicio.
Ve al quiropráctico
Aunque parezca que no puede servir de nada, se ha demostrado que el asma también está ligado a la posición de la espina dorsal. Algo conocido como Forward Head Posture, o posición de la cabeza sobre la columna.
En la zona de las vértebras t1 a t4 se encuentran los nervios que afectan al fucionamiento de los pulmones. En el caso de que estas vértebras no estén bien o presenten algún problema de posición… ¿entiendes por dónde voy?
Si sueles tener dolores, cansancio o inflamación por esa zona es bastante probable que necesites un reajuste. Además deberías analizar por qué te pasa, ya que incluso por una almohada inadecuada podrías estar padeciéndolo.
¿Sueles tener ataques de asma? ¿Qué factores te están afectando más? Comenta y comparte.