La diabetes desde luego no es una enfermedad que se pueda tomar a la ligera. En todo el mundo hay millones de personas que la padecen y según las estadísticas, esta tendencia creciente hará que el número de los enfermos con diabetes ascenderá a los 380 millones en el año 2025. Dado que la diabetes no se puede curar del todo, la prevención resulta muy importante, ya que ayuda en muchos aspectos a bajar el riesgo de su formación.
Cuando se dice la palabra prevención, muchos sólo suspiran y piensan que no es nada nuevo. Aunque haya mucha gente que repara en la prevención y en un estilo de vida saludable, no se aplica en la medida que desearían los médicos y las organizaciones sanitarias. Por eso no dejan de apelar y nos recuerdan que hasta unos pasos de prevención básicos pueden reducir el riesgo de creación de esta enfermedad peligrosa en gran medida.
Hacer deporte
Todos sabemos que el hacer deporte es beneficioso para nuestra salud. Pero no todos somos capaces de persuadirnos para hacerlo regularmente. Por eso los científicos intentan apelar con números concretos, los cuales enseñan que el crecimiento de 10 % de la masa muscular reduce el riesgo de padecer diabetes hasta un 12 %.
Según los especialistas, lo más conveniente es incluir a nuestro programa semanal por lo menos 3 sesiones de ejercicios de tonificación (no tienen que ser muy complejos, se pueden efectuar en casa) y dos horas y media de una actividad como nadar, correr o ir en bici.
Hacerse amigo de los ácidos omega
Los ácidos grasos Omega 3 también forman parte de una prevención exitosa. Así que si el pescado aún falta en tu menú, deberías cambiarlo lo antes posible.
Dormir suficiente
¿Te vas a dormir a las dos de la mañana y te levantas con la salida del sol? Quizás no te moleste ahora, pero no es correcto para la salud. Una insuficiencia de sueño a largo plazo puede ser como un “amplificador” de la resistencia a la insulina. Y es mucho peor en las personas con predisposición genética de desarrollar esta enfermedad. Por eso es tan importante dormir por lo menos 7 horas ininterrumpidas al día.
Comer fibra
La fibra es un componente indigerible que fomenta la digestión y sobre todo ralentiza el flujo de glucosa a la circulación sanguínea. Así que cuando tengas esas ganas locas de comer algo dulce, mejor dale preferencia a la fruta o verdura rica en fibra.
Si quieres hacer algo más para tu salud, puedes empezar a tomar arroz integral. Según un estudio publicado en Archives of Internal Medicine, el consumo de dos o más porciones de este tipo de arroz a la semana baja el riesgo de tener diabetes hasta el 11 %.
No estresarse
El estrés a largo plazo puede ser un factor negativo para muchas enfermedades, incluida la diabetes. Así que si estás expuesta a mucha presión, ponte música relajante después de venir del trabajo, hazte un baño aromático o ve a que te den un masaje. Todos estos procedimientos bajan las cantidades de la hormona de estrés y por tanto el nivel de azúcar en sangre.
Vitamina D
Según diversas investigaciones, también la vitamina D es muy eficaz en la lucha contra la diabetes. Su suficiencia ayuda a prevenir la creación de la diabetes tipo 2. Una exposición regular a los rayos solares, aunque sea corta, cubre hasta el 80 % de la cantidad diaria necesaria de la vitamina D. Eso sí, hay que proteger la piel con cremas para no quemarse. Para mantener el nivel óptimo de esta vitamina deberíamos incluir a nuestro menú pescado y alimentos lácteos.