La palabra “afrodisiaco” es derivada del nombre de Afrodité, diosa griega de la belleza, amor y fertilidad. Se trata de diversos preparados de sustancias naturales y químicas, de la cuales se espera obtener un estimulo del libido sexual (deseo y anhelo), aumento de productividad en el acto e intensidad del mismo.
El uso de los afrodisiacos se remonta a épocas muy lejanas, algunos eran muy eficaces, otros no funcionaban o eran venenosos. Existen montones de mitos relacionados con ellos.
Afrodisiacos en la historia
La fe en los efectos positivos y la fuerza de los afrodisiacos era muy fuerte ya en la época de la Edad Antigua. A menudo se usaban plantas venenosas o sus raíces para la fabricación de diversas infusiones y pócimas, en aquella época llamadas “las bebidas del amor”. La producción de éstos se asociaba con la brujería. Los conocían ya los antiguos Egipcios y Babilonios. Uno de los afrodisiacos más curiosos proviene justamente del antiguo Egipto y es pene de cocodrilo seco.
Los afrodisiacos son relacionados con muchos nombres famosos de la historia, desde Cleopatra, por la condesa de Montespan, amante de Luis XIV., madame de Pompadour hasta el Marqués de Sade, Casanova y muchos otros.
Durante de los últimos milenios, la humanidad siempre ha buscado productos milagrosos y fidedignos para mejorar la vida sexual. Hoy lo son muchas bebidas y alimentos que han se ganado su fama de afrodisiacos infalibles a lo largo de los años sin que sus efectos hayan sido demostrados realmente.
Afrodisiacos en la cocina
Entre los afrodisiacos naturales más conocidos pertenecen plantas aromáticas con aceites esenciales. Éstos contienen sustancias que pueden causar efectos estimulantes en las terminaciones nerviosas o en el riego de mucosas por sangre.
Afrodisiacos naturales
- Frutos de pimienta negra – aumenta notablemente la erección, pero su uso debería ser moderado ya que contiene sustancias que pueden dañar el hígado
- Raíz de perejil – se prepara una infusión usando una cucharilla de café a una taza de agua, tiene efectos diuréticos
- Apio – un alimento estimulante bien conocido, se puede consumir en sopas, ensaladas o rebozado y frito
- Zinc – ayuda a expulsar la hormona masculina testosterona, se encuentra en fresas, carne, huevos, etc.
- Jengibre – aumenta la capacidad de erección, libido y creación de esperma
Entre otros afrodisiacos naturales son conocidos por ejemplo la raíz del apio de monte, hojas de albahaca, ajo, azafrán, vainilla, espárrago y en algunos casos hasta marihuana.
Afrodisiacos químicos
La más popular y por tanto la más eficaz es la famosa “mosca española”, un preparado químico en forma de gotas. Se pueden encontrar efectos similares en algunos geles que se aplican sobre los genitales justo antes del acto sexual.
Se sabe que a la diferencia de los productos naturales, los químicos hacen efecto inmediatamente y con mayor intensidad. Mientras que otros métodos como el uso de aceites esenciales, velas aromáticas o complementos herbales alimenticios, sirven para establecer una atmosfera agradable y estimular los sentidos.
A menudo, el efecto infalible de los afrodisiacos se debe al efecto placebo. Así logramos tener más confianza y deseo, y pensamos que es gracias a que hemos ingerido un afrodisiaco. Los especialistas afirman que el mejor afrodisiaco de todos es el amor.
Afrodisiacos para una ocasión cercana
Aparte de los alimentos mencionados arriba, podemos enriquecer nuestro día con una cena romántica para dos. Hay varios estimuladores con un efecto instantáneo, aunque es más bien psicológico. Los tenemos todos en la despensa y si no, en el supermercado más cercano. Se trata de:
- Chocolate, miel, canela
- Fresas, plátanos, piña, mango, higos
- Un buen vino o champán (traerá euforia)
- Pistachos, almendras
- Dátiles, jengibre en azúcar
- Ostras, gambas, marisco en general