Durante los últimos cincuenta años ha aumentado masivamente el número de mujeres que usan anticonceptivos hormonales. Éstos hoy en día juegan un papel importante en el estilo de vida moderno y en los planes formar una familia. Los anticonceptivos hormonales tienen muchos positivos para la mujer, pero últimamente se oye hablar también de los negativos que subrayan sus riesgos. ¿Dónde está la verdad?
Está claro que los anticonceptivos hormonales no son la única manera de cómo evitar el embarazo, pero en la actualidad es la más fiable.
También hay que mencionar que estos anticonceptivos no nos protegen ante el contagio de enfermedades venéreas.
Tipos de anticonceptivos hormonales
Existen diferentes formas, por ejemplo píldoras, implantes, parches, inyecciones o los dispositivos intrauterinos (DIU). Todas contienen cierta cantidad de hormonas que son absorbidas por el cuerpo. Y una vez ahí funcionan de dos distintas maneras. O evitan la maduración de los óvulos en los ovarios o imposibilitan la ubicación de los óvulos en el útero con cambios en la mucosas del útero y modificaciones en la movilidad de los ovarios.
Ventajas del uso de los anticonceptivos hormonales
La mayoría de las mujeres observa varias ventajas al usar este tipo de anticonceptivos. Las más frecuentes son mejora del estado de la piel, mayor regularidad en el ciclo de menstruación y menos dolores menstruales.
El uso de los anticonceptivos hormonales también reduce el riesgo de formación de algunos tipos de cáncer.
Riesgos de los anticonceptivos hormonales
Los riesgos más grandes se deben al contenido de estrógenos en las píldoras que aumentan la coagulación de sangre y así el riesgo de la creación de trombosis y embolia. Este peligro es más alto en mujeres mayores de 35 años y en fumadoras fuertes.
También pueden causar aceleración del crecimiento de los tumores que dependen de la cantidad de hormonas, por ejemplo los tumores de endometrio, la aparición de migrañas o depresiones.
En el transcurso de los años ha bajado notablemente el contenido de hormonas en las píldoras y con eso se ha reducido también la existencia de los efectos indeseados. Aún así no son del todo despreciables.
Existen muchos tipos de píldoras hormonales. Las que van bien a una mujer, pueden traer complicaciones a otra, y al revés, por eso es necesario que cada una encuentre «las suyas».
Algunos efectos indeseados que aparecen al comenzar a usar anticoncepción nueva pueden desaparecer en poco tiempo, así que es recomendable probar las pastillas en por lo menos tres meses. Si en este período de tiempo no hayan desaparecido los efectos negativos, hay que cambiar el tipo de píldora.
Efectos segundarios de anticonceptivos hormonales
- aumento de peso
- mayor cansancio
- malestar
- libido reducido
- aumento de vello indeseado
- manchas de pigmento
- mal funcionamiento de hígado
- reacciones alérgicas
- irritación de la piel
Para una mujer joven y sana, que no tiene y nunca ha tenido problemas de salud, las pastillas representan una forma de anticoncepción muy segura incluso en uso alargado. El uso de anticonceptivos hormonales está totalmente prohibido si la mujer:
- haya pasado por trombosis o embolia
- sufre de enfermedad congénita que eleva la coagulación de sangre
- tiene tensión arterial alta o sufre de enfermedad isquémica de corazón
- haya pasado por cáncer que empeora con el aumento de hormonas femeninas de reproducción
- está embarazada o en período de lactancia
También existen otros factores que influyen en la medida de riesgo del uso de los anticonceptivos hormonales. Es muy peligroso en mujeres que fuman más de 15 cigarrillos diarios y encima tienen más de 35 años, se acercan a la menopausia, tienen diabetes o sufren de obesidad (el BMI más de 30).
Las hormonas también pueden influir en el efecto de algunos medicamentos (antiepilépticos, antibióticos, etc.) y al revés, el uso de algunos medicamentos puede bajar el efecto de los anticonceptivos hormonales.