Cuando intentamos adelgazar o simplemente queremos mantener nuestro peso, miramos un poco lo que comemos. Se recomienda una alimentación equilibrada y sana y comer con regularidad. Y para cumplir con la primera recomendación cada vez más aparece en nuestro menú la soja.
Las dietas no siempre tienen que ser drásticas, basta con beber suficiente agua, alimentarse siguiendo un par de consejos básicos y practicar deporte. Los dietéticos incluyen la soja en sus programas de reducción de peso por sus propiedades, así que hablemos un poco sobre este alimento para conocerlo mejor.
Soja, el alimento de futuro
Cuando la soja apareció en el mercado, se hablaba de ella como de un alimento de futuro. Esta legumbre se consideraba con un sustituto milagroso de carne, prevención de cáncer y muchas otras enfermedades.
Hoy en día podemos encontrar opiniones más realistas en las revistas académicas. No se trata de un alimento tan milagroso, ya que no lo pueden consumir niños y produce reacciones alérgicas.
¿Por qué sí consumir la soja?
Contiene gran cantidad de proteínas. Un poquito de soja tiene tanta proteína que para obtenerla de la carne, habría que consumir por lo menos un kilo de ella. Los vegetarianos la comen como sustituto de carne.
Otra gran ventaja está en el contenido de colesterol. La soja no lo tiene y por eso no perjudica los vasos sanguíneos ni el páncreas. Y encima está llena de vitaminas y minerales, sobre todo hierro, potasio, calcio y vitaminas del grupo B. También cuenta con estrógenos vegetales, es decir phyto hormonas, muy necesarias para las mujeres en menopausia.
¿Cuándo evitar la soja?
Justamente por el alto contenido de estrógenos, no se recomienda la soja para los bebés y mujeres en lactancia. Hasta la deberían evitar las parejas que están intentando tener un bebé. La soja desprende sustancias que reducen la calidad del esperma. Se puede decir que es un alimento sano cuyo consumo no se debería exagerar.
Esta legumbre contiene proteínas y grasas de calidad, sustituye la carne y no contiene colesterol, pero en forma de granos se digiere mal, por tanto existe riesgo de formación de alergia y los niños no la deberían consumir hasta haber cumplido por lo menos un año de edad.
El resumen de los pros y contras que nos proporciona la soja indica que es muy beneficiosa para la salud y, al menos que tengamos algún problema, no debería faltar en nuestro menú. Si la tomamos en cantidades sensatas, será muy positivo para nuestro cuerpo.