No todas las células grasas son “malas”, nos destrozan la figura y perjudican la salud. Los científicos averiguaron que en el organismo se encuentran también células grasas que, por muy paradójico que sea, queman grasa y ayudan a adelgazar. Se trata de las células “beige” y fueron descubiertas hace poco.
Hasta ahora se conocían dos tipos básicos de células grasas, las marrones y las blancas. Las marrones durante la niñez participan en la regulación y creación de calor y durante la vida van desapareciendo. Las blancas constituyen un depósito de energía y están presentes en el organismo durante toda la vida. Su tamaño y cantidad están estrechamente relacionados con el balance de energía y estilo de vida. Una persona adulta debería tener una media de 12 a 15 kg de grasa.
El tercer tipo, recién descubierto, son las células grasas “beige”. Gracias a su función son excepcionales. Y es que no acumulan energía dentro de sí, sino que la queman. En circunstancias dadas algunas células blancas se pueden convertir en las beige.
Cómo se consigue la grasa beige
Para convertir la grasa ordinaria en la especial beige es necesario que el cuerpo segregue la hormona irisina. Naturalmente esto tiene un pero, y es que dicha hormona se produce sólo durante del ejercicio.
La irisina se forma en la superficie de las células musculares. Gracias a su influencia algunas células blancas se convierten en las enérgicamente activas beige que utilizan la energía depositada en los tejidos grasos.
Esta hormona pertenece al grupo de citocinas, es decir, hormonas que durante del ejercicio forman músculo. El nivel de irisina en sangre depende del entrenamiento y no sirve una actividad muscular corta ni hacer mucho ejercicio de una sola vez.
Para lograr y mantener una concentración necesaria de dicha hormona hay que practicar ejercicio con regularidad. Se registró una subida significante pasados 30 minutos de fuerte entrenamiento. Sin embargo, una subida doble de su concentración se consiguió después de 10 semanas un ejercicio de resistencia regular que está relacionado con el crecimiento de masa muscular.
Ayudan a disminuir la cantidad de grasa
Por tanto las células grasas beige activan el proceso de quemar energía primero de las células que tienen a su alrededor y más adelante, al gastar la energía de los ácidos grasos, empiezan a consumir energía también de las reservas de grasa más alejadas.
Si escogemos un programa adecuado de ejercicio y una buena metódica, lograremos la reducción de grasa justo en los sitios donde más cantidad de grasa se encuentra. Y para este propósito se recomienda informarse bien sobre el tema o mejor aún, buscar el consejo de un profesional que nos elaborará un plan de ejercicio individual teniendo en cuenta las proporciones corporales. Este plan a menudo contiene una modificación del menú.