Junto con los métodos más realísticos de cómo adelgazar los kilogramos demás, cada vez con más frecuencia aparecen en los medios “los consejos infalibles super rápidos”. Y francamente, admitamos que un efecto rápido con un esfuerzo mínimo nos atrae más que tener que torturarnos durante varios meses pasito a paso con ejercicios y modificación de nuestro menú.
Y por eso no es de extrañar que la gente se deje seducir por las dietas super rápidas cada vez más. Y todo este tema no sería tan malo si los medios, a parte de los efectos garantizados, también informasen sobre las complicaciones de salud que pueden causar estos procedimientos.
Da igual si os atrae la dieta de las naranjas, el método basado en la cantidad exacta de calorías o el régimen compuesto de solamente beber agua. Cuando se trata de una actividad a corto plazo que limita el consumo de cierto tipo de alimento, los riesgos de salud siempre están ahí.
Lo confirma también la especialista en técnicas de adelgazar Jessica Tzvetkoff para el server Cleo. “Todos los regímenes ultra rápidos son peligrosos para la salud y no tienen éxito alguno a largo plazo. En cuanto eliminamos algún grupo de alimentos de nuestro menú que es necesario para el cuerpo, nos privamos de nutrientes imprescindibles. Sin hablar de la ralentización del metabolismo y de que el organismo irá creando reservas de grasa para tener de dónde sacar energía en épocas de hambre”, menciona.
Adelgazamiento rápido = riesgos más grandes
“Aunque al principio se consiga adelgazar algo, en gran parte se trata sólo de agua, no de grasa y desde el punto de vista lógico el resultado actual no es sostenible”, explica Tzvetkoff. Como el peor de los casos menciona aquellos consejos seudoinfalibles puestos en práctica por modelos y actrices que necesitan alcanzar rápidamente un peso requerido.
Lo peor de las dietas tipo “adelgacen cinco kilogramos o más a la semana” es que durante un corto período de tiempo nos podemos hacer tanto daño en la salud, que los problemas pueden durar hasta varios meses. Durante los cambios radicales aumenta el riesgo de sufrir enfermedades de corazón y problemas con la función de hígado o riñones.
Además, varias investigaciones confirman que en cuanto la gente deja sus días “de hambre” y vuelve al régimen alimentario estándar, no sólo engordará los kilos adelgazados otra vez, sino que en la mayoría de los casos cogerá algún que otro kilito más.
“Lo ideal y sano es adelgazar 0,5 kg a la semana, como máximo un kilo, y esto naturalmente con la modificación necesaria de la alimentación y ejercicio. Si logramos seguir el nuevo régimen de dieta más sano durante 12 a 20 semanas (de 3 a 5 meses), tenemos una posibilidad real de que podamos mantener el peso al que habíamos llegado durante de este tiempo en el futuro”, añade al final.