La información que nos ha proporcionado un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede resultar muy sorprendente para unos y para otros bastante obvia, la contaminación del aire es cancerígena. Los datos han sido publicados exactamente por la agencia internacional para la investigación del Cáncer, que forma parte de la OMS.
Este informe publicado por IARC nos informa de que el aire que entra en nuestros pulmones diariamente forma parte del grupo 1 de agentes cancerígenos, claro está que depende y es muy variable según el entorno en el que vivamos, pero sabemos que en las grandes ciudades donde los niveles de contaminación son bastante elevados son los focos principales donde se han realizado los estudios.
Como es habitual, los problemas vienen sobre medio ambiente, ya que la contaminación ambiental no es algo que nos pille por sorpresa ahora, sin embargo los estudios realizados específicamente para esta materia sí que nos dejan un poco boquiabiertos, ya que aun sabiendo que no es bueno para la salud vivir en una zona con un ambiente «cargado» de contaminación, no esperábamos que su magnitud fuese tan grande.
El aire que respiramos se ha ido contaminando con una mezcla de sustancias que provocan cáncer. Ahora sabemos que la contaminación del aire no es solo un riesgo general para la salud, sino que también es el factor ambiental más importante que causa millones de fallecimientos por cáncer
Por el momento es la primera vez que se considera la contaminación ambiental del aire como cancerígena, pero gracias a los más de 1000 artículos revisados sobre el mismo tema, se está empezando a considerar como un problema potencialmente grave medioambiental y sanitario.
La verdad es que la IARC tiene una lista basatante amplia de sustancias y compuestos que provocan cáncer, entre los cuales podemos encontrar algunos como el café, o los móviles, que según informan también pueden provocar aparición de tumores y otros tipos de cancer. Por eso no nos extrañamos que con la cantidad de agentes nocivos que puede haber flotando en forma de partículas en sitios bastante poblados, el aire sea cancerígeno.