Antes entre los dentistas no era muy habitual preocuparse mucho por los dientes de leche. Según ellos, no valía la pena arreglarlos. Pero hoy ya sabemos que las caries de los dientes leche aumentan notablemente la probabilidad de tener caries en los dientes permanentes.
Los padres deberían insistir en que el dentista revise cuidadosamente los dientes de sus hijos y si hace falta, que los arregle. También deberían conducir a los niños hacia un cuidado regular de sus dientes desde una edad temprana, enseñarles las técnicas de limpieza y llevarlos regularmente a revisiones preventivas.
Creación de caries
La caries es una enfermedad infecciosa del diente y por eso se forma un riesgo de contagio de la infección del diente de leche al permanente. En la creación de caries participan estos factores: bacterias presentes en la cavidad oral, resistencia completa de la superficie dental, cantidad de azúcares y otras sustancias dañinas en los alimentos, cuidado y limpieza de la dentadura o enfermedades y uso de medicamentos.
La prevención empieza durante del embarazo
La madre cuando está embarazada puede crear una base sana para la dentadura del niño. Depende sobre todo de la limpieza y cuidado de sus propios dientes y de la composición correcta de su alimentación. Es en el útero donde se forman los cimientos de los primeros dientes.
La prevención debería continuar también en la edad neonatal, cuando las bacterias dañinas de los adultos llegan a la boquita de los bebés. Eso sucede p. e. cuando la madre chupa el chupete o el biberón, o cuando ella y el bebé comen con la misma cuchara.
Así las bacterias responsables de crear caries pueden empezar a actuar en la boca del niño muy temprano y causar un daño prematuro de los dientes de leche. Si luego es necesario quitar el diente enfermo, el espacio para el diente permanente se puede crear mal, éste crecerá en una posición incorrecta y así causará más problemas.
Azúcar en el menú infantil
Las chuches y los azúcares simples que contienen (sobre todo el blanco de remolacha) son unos participantes significativos en la formación de caries. Caramelos, chocolates, mermelada, chupachups, chicles y otros se adhieren en la superficie del diente y así aumentan la posibilidad de la formación de caries.
Los niños deberían consumir la menor cantidad posible de estas golosinas, y cuando sí las consumen, deberían limpiarse los dientes al terminarlas. Por otro lado, la regla general dicta que hay que limpiarse los dientes por lo menos dos veces al día.
Después del lavado nocturno no deberíamos comer nada y beber sólo agua. Cuando dormimos, disminuye la producción de salivas, las que por el día en cierta medida protegen los dientes ante la actuación de las bacterias, así que el riesgo de creación de caries aumenta durante el sueño.
Limpieza de dientes de leche
Como ya hemos explicado, la salud de los dientes permanentes depende de la salud de los dientes de leche, así que es necesario hacer que el niño adopte el cuidado de sus dientes lo antes posible para aceptarlo como una cosa normal y para saber porque es tan importante.
Al principio limpiamos los dientes sólo con el cepillo humedecido, más tarde con una pequeña cantidad de pasta dental adecuada. El niño aun no sabe escupir el sobrante de pasta y debería tragarse la menor parte posible.
Podemos hacer que el limpiar los dientes sea un juego interesante y divertido para que se el niño lo tome como una actividad agradable. Para saber más sobre accesorios adecuados para la limpieza dental, técnicas de limpieza, prevención y otros podemos contactar con un odontopediatra o higienista dental.