Nuestros labios se merecen un cuidado especial sobre todo ahora en los méses de invierno. Por desgracia no les podemos poner gorros o guantes así que están todo el tiempo expuestos al viento y a las temperaturas bajas. No es de extrañar que luego estén agrietados y secos. ¡Pero todo tiene un remedio!
Más adelante hablaremos sobre maneras de cómo salvar los labios en los que el invierno ya ha hecho de las suyas. Labios de los que se desprende piel seca, que estiran, están resecos o queman. Os sorprenderá qué es lo que puede acabar con estos inconvenientes.
Cepillo y miel
Para deshacerse de las pieles secas se coge un cepillo de dientes blando y se frotan los labios cuidadosamente. Luego quizás vibren un poco y para eso los untamos una capa de miel. Éste los calma e hidrata. Se deja actuar un cuarto de hora y después lo quitamos simplemente con la lengua. Enseguida tendremos los labios como de un anuncio.
La cápsula perforada
La vitamina E ayuda a mantener los labios sanos y bonitos. Se vende en distintas formas pero a nosotros nos interesan las cápsulas. Se perfora una y el aceite que sale se usa para untar los labios hasta cuatro o cinco veces al día. Se curarán a la velocidad de la luz.
Alcohol
La causa de los labios agrietados no tiene que ser sólo la piel seca sino que también puede ser un virus o herpes. La manera más sencilla y rápida de deshacerse de ellos es emplear el alcohol. Se impregna un disco de algodón y con la ayuda de éste se limpian los labios. Es un método un tanto drástico, así que no nos olvidemos de aplicar nuestro bálsamo de labios.
Máscara hidratante
Cuando estemos usando nuestra mascarilla para hidratar y nutrir la piel de la cara, apliquemos un poco también en los labios. Sólo con una diferencia, la dejamos actuar toda la noche y la lavamos por la mañana.
Prevención
Por supuesto hay que beber suficiente agua o tés, no lamerse los labios para no resecarlos aun más y usar regularmente un bálsamo hidratante y nutriente. Sobre todo en invierno deberíamos tener uno en cada bolsillo, en el bolso, en la mesilla de noche, en el baño y en la mesa del trabajo. Pero no dejemos toda la faena sobre ellos, actúan como prevención y pocas veces pueden salvar a labios realmente dañados.