No existen comidas insanas, sólo menús insanos. Echemos un vistazo a alimentos que disfrutamos con buena intención, pensando que hacemos algo por nuestra salud, mientras que no es del todo así.
Algunos pescados
¿Qué puede ser más sano que tomar pescado? Sí, por supuesto se trata de un componente muy saludable en nuestra alimentación, pero depende mucho de dónde proviene el pescado. Por ejemplo, mucha gente no sabe que la panga, tan popular por no tener raspa, ni siquiera es pescado del mar, sino que proviene del río y se cría “enjaulado en el barro”.
Por desgracia lo mismo concierne también al salmón. La mayoría se cría en captura y se alimenta con pienso industrial. Con eso ha cambiado la composición de grasas en su carne y a veces prácticamente no se diferencia de las grasas insanas de origen animal. Muchos terapeutas nutricionales advierten que un salmón así es tan sano como un filete de cerdo. La solución es tener en cuenta el origen del pescado a la hora de comprar, lo cual por desgracia a veces puede salir bien caro.
Tortitas infladas
Se muestran como ligeras y dietéticas. Error. Por lo general su valor calórico suele ser más alto que el de pan corriente. El arroz se considera también como una guarnición ligera, pero no olvidemos que los chinos y los japoneses lograron sobrevivir durante siglos trabajando duro con sólo un puñado de este alimento, así que no será tan dietético como parece.
Encima, por consecuencia de la tecnología de fabricación, las tortitas “hinchadas” contienen calorías vacías. Desde el punto de vista nutricional son mucho mejores los conocidos “knäckebrots” crujientes que contienen nutrientes y fibra. Y también deberíamos tener en cuenta que el pan integral a menudo suele tener más calorías que el normal.
Fruta deshidratada
¿Sabíais que tan sólo dos puñados tienen la misma cantidad de calorías como una merienda clásica? Las vitaminas, la fibra y los minerales están bien y hacen que la fruta deshidratada sea una golosina más saludable que los caramelos, pero ¡cuánto azúcar! Y esto sin mencionar los conservantes que sirven para prolongar su fecha de caducidad.
Batidos y cócteles de fruta y smoothies
Seguro que ya sabéis que la fruta contiene bastante azúcar. Por esta regla de tres serán peores las frutas concentradas, los zumos y diversas bebidas a base de fruta. Además las que se venden en cafeterías a menudo contienen azúcar extra y en un momento convierten un tentempié sano en una bomba calórica.
La gente cree que el azúcar fructosa tiene otras propiedades que el normal, es decir glucosa, pero desde el punto energético el azúcar siempre será azúcar.
Patatas asadas
La mejor guarnición es la patata cocida: 100 gramos tienen aproximadamente 280 kJ (la pasta 650 y el arroz 440). Las más temidas son las patatas fritas, pero las asadas no andan muy lejos. Al asarse se modifica el almidón contenido y llega el problema en forma del índice glucémico alto.
Los alimentos con el IG muy alto aumentan el nivel de azúcar en sangre. Al mismo tiempo crece la formación de insulina y el hambre llega antes. Y eso no es lo peor, ya que cuando el nivel de azúcar en sangre es alto durante mucho tiempo, el cuerpo tiene la tendencia de convertirlo en grasa.
Los cereales de desayuno
Muchas mujeres no aguantan ni una cucharada de harina para espesarla las salsas, pero por la mañana se zampan con tranquilidad porciones gigantescas de sacáridos, a menudo acompañados con una carga extra de fruta, nueces o simplemente azúcares. El valor calórico y sobre todo el índice glucémico se ve aumentado por tostar los ingredientes. El cereal más adecuando para desayunar serían los copos de avena. Pero esto es como con todo, no pasará mucha cosa si se come con moderación.
Barritas de muesli
Muchos creen que un montón de fruta, copos y frutos secos en uno no puede ser nada malo para adelgazar. Pero si estas barritas llevan también una capa, ya sea de chocolate o de yogur, ya no habría mucha diferencia al tomar caramelos. Las capas de estas golosinas suelen formar hasta la tercera parte de todo su peso y aumentan así su valor energético el 20 %. Se elaboran con azúcar y grasas sólidas dañinas. Se deberían comer como mucho con tanta frecuencia como el chocolate. Una vez a la semana y basta.
El chocolate negro
Aunque sea mucho mejor que los demás tipos y contenga flavonoides tan beneficiosos para la salud, también engorda. Por eso se debería tomar sólo un cuadradito al día.
Los quesos
No se tiene que tratar de queso frito poco saludable, ya que el problema de los quesos está en su alto contenido de grasa. Naturalmente, los más grasos son los más sabrosos. Muchas veces contienen más grasa que algunos tipos de carne.
No hay nada nuevo en que los quesos franceses, italianos u holandeses contienen en total hasta 60 % de grasa. Los peores son los quesos con moho, quesos curados y mascarpone. Existen variantes más dietéticas con 20 % o hasta sólo 10 % de grasa.
Sopas cremosas
Los nutricionistas recomiendan las sopas por su alto contenido de agua y su capacidad de saciar. Y aunque evitemos los típicos potajes tipo callos, no ganaremos mucho con cremas preparadas con nata o harina. Y si encima llevan también crutones fritos, una porción puede contener hasta 500 kcal. La mejor manera de espesar las sopas es triturando las verduras.