Hasta el 3 % de los niños son alérgicos a la leche de vaca el primer año de su vida. La alergia consiste en la reacción del organismo a las proteínas presentes en ella. Y son justo las proteínas lácteas (en la mayoría de los casos de origen de vaca), las que provocan reacciones exageradas.
Cada leche contiene otro tipo de proteína así que las personas con intolerancia a la leche de vaca no tienen por qué tener alergia a la de oveja, cabra o de soja.
En otoño del 2012 científicos de Nueva Zelanda vinieron con afirmación que una vaca genéticamente modificada puede producir leche con menos probabilidad de causar reacciones alérgicas.
Síntomas de la alergia
Se suele confirmar a base de análisis de sangre. Esta intolerancia alimenticia se puede manifestar con:
- Dolores estomacales
- Flatulencia
- Estreñimiento
- Diarrea
- Sarpullido en la piel
- Eczemas
- Migrañas
- Irritabilidad
- Dificultades respiratorias
Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente tras tomar cualquier cantidad de leche o hasta días después. La única solución parece ser la eliminación de todos los productos lácteos del menú, y eventualmente probar leche de otro animal. Ambas soluciones resultan ser un cambio notable en las costumbres familiares y también gastos adicionales.
Leche de vacas genéticamente modificadas
Existe la posibilidad de que en el futuro haya vacas pastándose en las praderas, cuya leche no va a provocar reacciones alérgicas. Los investigadores neozelandeses modificaron el ADN de un ternero con la técnica llamada interferencia RNA.
Así debilitaron el gen responsable de la formación de la proteína alergénica Beta-lactoglobulina (BLG). Ésta no se encuentra en la leche materna y causa reacciones de irritación en la mayoría de los alérgicos. Ha sido la primera vez que se ha cambiado la composición sustancial de la leche antes del propio ordeño, incluso antes del nacimiento del ternero.
Por un lado este estudio es considerado un hito en la modificación genética del ganado. Bruce Whitelaw, profesor de biotecnología animal de la Universidad de Edimburgo comenta: “… este estudio representa una de las pocas interferencias RNA exitosas en mamíferos, pero sólo el tiempo dirá si será aplicable en la cría de ganado industrial.
Por otro lado induce cuestiones éticas, de cuyo lado está el hecho de que durante el experimento nació un ternero sin cola, lo cual no tiene influencia en la composición o calidad de la leche, pero hasta ahora no se ha demostrado si se trata de una casualidad o si realmente tiene alguna relación con dicho experimento.
Algunos lo pueden considerar como alerta ante el peligro que la ciencia junto con el progreso pueden atraer. Otros lo ven como una alternativa para poder disfrutar de la leche y productos lácteos sin dificultades.