¿Sufres un déficit de hierro? Esta situación nutricional puede llevar a diversos problemas de salud. Aunque algunos de ellos pueden mejorar su evolución de forma natural, te enseño cuál es la alimentación adecuada para tratar la anemia ferropénica.
La anemia ferropénica
El término “anemia” indica simplemente la falta de algún elemento en la sangre, por ello, pueden sufrirse numerosos tipos de anemia, aunque uno de los más comunes es la anemia ferropénica, que es causada por la falta de hierro.
Si tu médico te ha diagnosticado anemia ferropénica lo habrá hecho en base a un análisis de sangre. En él habrá podido observar que los glóbulos rojos no disponen de la suficiente hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno.
Para la formación de esta proteína es necesario hierro. Por ello la anemia ferropénica es debida a un volumen de oxígeno inadecuado en la sangre y por lo tanto también en los tejidos.
Muy probablemente hayas iniciado un tratamiento con un complemento nutricional a base de hierro, no obstante, también será muy importante modificar la alimentación.
Pautas dietéticas para tratar la anemia ferropénica
Realizando ligeros cambios en tu alimentación podrás subsanar de forma más sencilla y rápida el déficit de hierro. Así lograrás que los valores alterados en el análisis de sangre vuelvan a su normalidad.
Incorpora mucha vitamina C en tu dieta
La vitamina C es imprescindible para la absorción del hierro. Si consumes mucho hierro pero careces de la suficiente vitamina C, este mineral no podrá ser aprovechado por tu organismo.
Por ejemplo, para beneficiarte del hierro de los cereales te los tendrías que tomar junto a un zumo de naranja.
La vitamina C la encontrarás principalmente en verduras, hortalizas y frutas, siendo el kiwi la fruta que la contiene en mayor proporción. También puedes optar por tomar un complemento nutricional, pero en este caso es preferible que consultes antes con tu médico.
Alimentos ricos en hierro cada día
Los mariscos, pescados, huevos, vísceras y carnes son los alimentos de origen animal más ricos en hierro o hierro hemo, que es el que se absorbe en mayor proporción. Deben estar presentes diariamente en tu alimentación, exceptuando la carne roja, que debería consumirse únicamente de 2 a 3 veces por semana.
Si no comes carne o alimentos de origen animal puedes encontrar hierro en los cereales integrales y las legumbres. Aunque para mejorar su absorción será imprescindible que acompañes estos alimentos con zumos de frutas ricas en vitamina C.
No tomes el hierro junto con leche o derivados lácteos
Ya se trate del hierro que tomes como complemento nutricional o del que ingieras a través de los alimentos, nunca debes consumirlo junto con leche o derivados lácteos.
El motivo es que la leche y sus derivados interfieren en la adecuada absorción del hierro y por lo tanto no se podría aprovechar de la mejor forma posible.
No bebas té o café después de las comidas
Tanto el té como el café no deben ser consumidos durante las 2 horas posteriores a la ingesta de un alimento rico en hierro.
Ambas bebidas contienen antinutrientes, es decir, sustancias que en este caso en concreto interfieren con la absorción del hierro e impiden que el mismo sea utilizado por el organismo.
¿Sufres algún tipo de anemia? ¿Qué sueles comer? Comenta y comparte