Seguro que alguna vez te has puesto mala de la gartanta con pinchazos o dolores agudos. De todas las personas que van al médico, hasta un 4% lo hacen debido a esta enfermedad. Por eso mismo debes saber qué síntomas tiene la faringitis estreptocócica.
¿Qué es la faringitis estreptocócica?
Aunque su nombre sea un poco extraño, no deja de ser faringitis. La faringitis estreptocócica es una infección de garganta y amígdalas normal, con la particularidad de que la provoca el streptococo del grupo A.
Esta bacteria se puede tratar con antibióticos, manteniendo a raya los síntomas y sobretodo reduciendo la duración de la afección.
Se puede dar el caso de que sea una infección virulenta, y por lo general son algo más graves, no respondiendo a los tratamientos normales. En estos casos el médico será quien mejor podrá aconsejarte, pero serán unos días bastante molestos.
Faringitis estreptocócica y sus síntomas
Casi todos los síntomas que provoca esta bacteria se enfocan en la garganta, pero vas a ver que hay algunos que incluso pueden pasar a otras partes del cuerpo.
Inflamación de las amígdalas
Al inspeccionarlas, se puede notar que se vuelven de un color rojo intenso y se hinchan. Incluso en infecciones más graves pueden aparecer una serie de manchas blancas.
En el peor de los casos puede incluso causar pus en la garganta y hacer que supuren, siendo bastante doloroso.
Dolor de garganta
Este, por supuesto, es el síntoma más habitual que se puede padecer. El mayor problema es que se puede presentar de un momento a otro, causando pinchazos y fuertes dolores cuando se intenta tragar.
En la mayoría de los casos es llevable, pero a veces puede ser doloroso incluso tragar agua o alimentos líquidos y purés.
Inflamación de los nódulos linfáticos
Es habitual que este estreptococo provoque inflamación no solo en las amígdalas, sino también en los ganglios.
Se puede ver muy claramente, pues se inflama la parte posterior de la mandíbula, y si no se percibe a simple vista se puede palpar y notar los bultos.
Llagas o manchas en el paladar
Es normal que esta infección se extienda más allá de la garganta, provocando manchas rojas y blancas en el paladar (dependiendo del tipo de bacteria e infección).
Estas son algo dolorosas llegando a picar, pero debes evitar frotarlas ya que podrías extender la infección o hacerte más daño.
Dolor de cabeza y fiebre
Escalofríos, temperatura elevada, dolores que parecen los de la migraña… Puede que te suenen estos síntomas a enfermedades diferentes, pero los puede provocar la misma bacteria.
Además de dolor de cabeza, puede llegar a provocar dolor en las articulaciones e incluso los músculos.
Dolor de estómago
En el caso de los niños, es habitual también que cause dolor de estómago. Se puede presentar como punzadas, simples malestares, o incluso vómitos.
Las personas adultas son menos propensas a sufrir este tipo de síntoma, pero en ocasiones la faringitis estreptocócica provoca dolor de barriga dependiendo de la sensibilidad de la persona o de su sistema inmunológico.
Erupciones por el cuerpo
Por si lo anterior fuese poco, también puede causar erupciones o llagas por el resto del cuerpo. Seguramente habrás oído hablar de ella, ya que se conoce como escarlatina. Esto se debe a una toxina que son capaces de producir las bacterias que provocan la faringitis estreptocócica.
Esta bacteria viaja por el organismo, y termina provocando erupciones cutáneas que a pesar de que no pican tienen un color rojo intenso. Hay que ir al médico con los primeros indicios de manchas, ya que el primer día empieza focalizada, pero se va extendiendo por el resto del cuerpo rápidamente los días posteriores.
Cuidado con ignorar los síntomas de la faringitis estreptocócica
Si bien hay tratamiento, el problema viene cuando se ignoran los síntomas. Ten en cuenta que esta bacteria se puede propagar y causar daños en todo el cuerpo.
No solo se centra en la garganta y la piel, sino que si no se trata también puede llegar a dañar los riñones, el oído, la sangre o incluso afectar al corazón. Es muy importante que un especialista te vea si presentas alguno de estos síntomas.
Si tienes un niño pequeño o bebé, puede que no veas los otros síntomas. Puedes sospechar que tiene esta bacteria si está muy irritable, pierde el apetito o incluso empieza a moquear mucho continuamente.
Como habrás podido observar, los síntomas de la mononucleosis pueden ser parecidos. Esto hace que no sea sencillo distinguir entre ellas, y que lo más recomendable ante cualquier sospecha sea buscar tratamiento.
¿Has tenido alguno de estos síntomas? Cuéntanos tu caso y comparte.