Las personas que sufren diabetes pueden ver comprometida la salud de todo su organismo en el caso de que no logren estabilizar los niveles de glucosa en sangre. Afortunadamente, pueden emplearse diversos recursos que permiten prevenir las complicaciones derivadas de esta enfermedad, o tratarlas lo antes posible. En este artículo te mostramos qué cuidados necesita el pie diabético.
El pie diabético
El pie diabético es aquel susceptible a sufrir importantes complicaciones derivadas de los daños causados por la diabetes sobre las extremidades inferiores.
Una diabetes mal controlada puede causar los siguientes trastornos en el pie:
- Neuropatía diabética: Se trata de una afección nerviosa que causa dolor por alteración en los nervios pero también falta de sensibilidad. El daño sobre los nervios causa piel seca y agrietada, lo que aumenta el riesgo de una infección bacteriana.
- Falta de irrigación sanguínea: La diabetes repercute negativamente sobre la circulación periférica. Eso significa que las extremidades no poseen un flujo sanguíneo adecuado. El flujo de sangre reducido impide una adecuada cicatrización y regeneración de la piel.
El flujo de sangre reducido y la neuropatía diabética pueden hacer que una simple herida o ampolla acabe en una infección grave que requiere la toma de antibióticos o incluso la amputación del pie.
La importancia de los cuidados del pie diabético
La diabetes afecta negativamente a la circulación sanguínea y a la salud nerviosa. En ocasiones, estas consecuencias no se pueden prevenir cuando la diabetes ya ha evolucionado durante años.
No obstante, aportarle al pie diabético los cuidados que necesita sí puede prevenir la aparición de úlceras, ampollas y heridas así como todas las complicaciones que pueden derivarse de estas lesiones.
A continuación te mostramos cuáles son los cuidados imprescindibles para el pie diabético.
Higiene e hidratación
Los pies deben lavarse diariamente con ayuda de un jabón suave. Nunca deben sumergirse en agua sin probar previamente la temperatura de la misma.
Se deben secar de forma suave, prestando una especial atención a la zona que queda entre los dedos, la cual no puede quedar húmeda.
Tan importante es la higiene como la hidratación. Después del secado se aplicará una loción hidratante, pero se evitará aplicarla entre los dedos para evitar posteriormente una excesiva sudoración.
Corte de uñas
Las uñas del pie diabético no deben cortarse de forma curva, ya que se correría el riesgo de que las esquinas de la uña queden clavadas en la piel y provoquen una herida.
Se deben cortar de forma recta y acabar de pulir los bordes con ayuda de una lima.
Inspección
La inspección del pie diabético es imprescindible para tratar a tiempo cualquier lesión, debe realizarse de forma periódica.
Debe buscarse cualquier magulladura, picadura, corte o herida. Igualmente es importante palpar ambos pies para detectar cualquier zona con inflamación.
Cualquier alteración que se detecte debe ser motivo para acudir a una revisión médica.
Calzado
El calzado debe ser cómodo. Es preferible que se eviten los zapatos de tacón y aquellos que presionan los dedos en forma de punta. Los zapatos nunca deben apretar ni deben atarse de forma que ejerzan presión.
No se debe caminar descalzo, ya que la falta de sensibilidad impide a la persona afectada advertir el daño ocasionado por las piedras, ramas y otros objetos que pueden encontrarse en la tierra.
¿Conoces a alguien con el pie diabético? ¿Qué otros consejos nos darías? Comenta y comparte.