Hoy voy a hablarte del sol y sus problemas. Voy a contarte cómo evitar y prevenir los peligros del sol, y voy a explicarte algunas cosillas sobre los fotoprotectores, para que sepas cuál es el más indicado para tu tipo de piel y por tanto el que debes elegir.
El sol es un elemento imprescindible y necesario para la vida, pero puede ser muy peligroso. Ahora, en Europa y USA se lleva estar bronceada porque estiliza y parece que nos quita tallas, aunque antes, la belleza era estar blanca, cosa que sigue sucediendo en países orientales como Japón.
Pros y contras del bronceado
Si que es cierto que el bronceado nos hace parecer más delgadas y además matiza las imperfecciones de la piel, las venitas, los hematomas, las cicatrices, etc. pero a la larga, las radiaciones que recibe la piel la hacen envejecer antes, las arrugas se resaltan y dan un aspecto de más edad, además de los temidos melanomas, ese cáncer que da la cara como un lunar. Recientes estudios señalan al sol como el desencadenante de enfermedades autoinmunes que permanecían latentes hasta algún tipo de quemadura o de exposición, como por ejemplo el lupus.
Los rayos solares tienen varios tipos de radiaciones, según su penetración en la piel. Los rayos UVA son los que nos queman y tienen una mayor penetración que los rayos UVB, que son los que nos broncean, por el contrario los rayos UVB son acumulativos (son los que provocan el temido cáncer), así que hay que temerles.
La cantidad de unos y otros depende de la hora del día. Los rayos se reflejan en el agua y la nieve, y atraviesan las nubes, así que debemos llevar cuidado con los días nublados porque engañan. Además atraviesan los cristales, así que también debes protegerte dentro de una habitación si ésta es muy iluminada, o por ejemplo dentro del coche.
El capital solar
El capital solar viene definido en nuestra genética, se trata del número de radiaciones que puede absorber nuestro organismo antes de que empiecen los problemas, os recuerdo que los rayos UVB se acumulan. Las radiaciones atraviesan la ropa, (el neopreno de más de 2mm no), así que no creas que por usar una camiseta puedes exponerte infinitamente, sin embargo es cierto que estar tapada atenúa la fuerza de los rayos, así que nos da la posibilidad de permanecer más tiempo al sol.
No olvides la sombrilla, el sombrero, las gafas y el fotoprotector. Recuerda que incluso debajo del agua te puedes quemar y que no debes exponerte al sol durante mucho tiempo en las horas de máxima radiación, que son entre las 12 h y las 16 h. Recuerda beber mucha agua y refrescarte la cabeza de vez en cuando.
Los niños menores de cuatro años no deben exponerse al sol durante más de dos horas, así que cuidado con ellos, y recuerda renovar tu protector solar cada dos horas y al salir del agua, ya que es la mejor prevención. Si no consigues broncearte sin quemarte, anímate a probar el acelerador del bronceado natural y a tintarte con autobronceadores caseros, que dan tono sin exponerte al sol. Disfruta del verano protegiéndote.
¿Sueles quemarte en verano? ¿Qué tipo de protección solar usas tú? Comparte tus experiencias.