Seguramente hayas oído hablar en múltiples ocasiones de enfermedades tan graves como la vigorexia, la bulimia o la anorexia nerviosa. Son muchos los factores que intervienen en la aparición de estas enfermedades, no obstante, algunos hábitos de vida pueden ayudarte a prevenirlas, tanto a ti como a tus seres queridos. En este artículo te mostramos cómo prevenir los trastornos de la conducta alimentaria.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
Décadas atrás, cuando se hablaba de los trastornos de la conducta alimentaria, únicamente se mencionaba la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa, pero en la actualidad, han surgido numerosos trastornos de la conducta alimentaria, en parte debido a los rígidos y poco saludables cánones de belleza que impone la sociedad.
Un trastorno de la conducta alimentaria puede definirse como una enfermedad crónica y progresiva, que aunque se manifiesta principalmente a través de los patrones de alimentación, comporta una amplia gama de síntomas entre los que cabe destacar una serie de valores adquiridos únicamente a través de la imagen corporal, una distorsión de la propia imagen corporal y un gran temor a subir de peso.
Generalmente el inicio de los trastornos de la conducta alimentaria se da entre los 14 y 20 años de edad, y se estima que aproximadamente entre un 1 y 3 % de los adolescentes sufren este tipo de enfermedades.
¿Cómo prevenir los trastornos de la conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria no siempre se pueden prevenir, pero adoptando algunos hábitos de vida se puede reducir significativamente el riesgo de padecer uno de ellos.
Teniendo en cuenta que estas enfermedades se desencadenan en la adolescencia, estos hábitos deben transmitirse desde las edades más tempranas.
Procurar una adecuada nutrición infantil
Los hábitos alimentarios que se adquieren durante las primeras etapas de vida determinan los patrones de alimentación en la edad adulta.
Es importante que los padres le procuren a sus hijos una nutrición infantil adecuada, esto es variada y saludable, pero hay que ir más allá, es importante predicar con el ejemplo, ya que es muy difícil que los más pequeños de la casa se alimenten adecuadamente si no tienen referencias externas.
Comer en familia es importante
La estructura familiar tiene mucho que ver con el riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria. Uno de los hábitos que ha demostrado ayudar a prevenir estas enfermedades es comer en familia.
Del mismo modo es importante establecer una rutina con horarios para las principales comidas.
Fomentar la autoestima
Es imprescindible que los padres ayuden a que sus hijos descubran sus limitaciones y las acepten, del mismo modo es muy importante hacerlos conocedores de todas sus capacidades.
Una adecuada autoestima permitirá al adolescente cuestionar todos aquellos mensajes sociales basados únicamente en la apariencia física, los cuales en numerosas ocasiones también asocian la delgadez al éxito.
El ejercicio físico como herramienta preventiva
Hacer ejercicio físico es imprescindible para llevar una vida sana y una de las características más importantes de este hábito es que practicado de forma constante, no solo repercute positivamente sobre el cuerpo sino también sobre la mente.
Tan importante es realizar ejercicio físico de forma regular como respetar las horas de sueño, todo ello contribuye a llevar una vida sana y por lo tanto reduce las posibilidades de sufrir un trastorno de la conducta alimentaria.
¿Conoces algunas otras técnicas para prevenir trastornos de la alimentación que podríamos añadir a la lista? Déjanos tu comentario y comparte con los demás.