Los niños necesitan una buena merienda mientras están en el cole para recargar energías. Se la traen de casa ya hecha o reciben dinero de los padres para comprarla en la escuela. Si se trata de snacks saludables no hay que preocuparse, pero en muchos casos son justamente golosinas, comidas rápidas y refrescos, lo que se toman los niños para merendar.
Seguro que les gusta mucho una merienda así, pero el organismo de un niño no es capaz de absorber todas las calorías y azúcares, y encima en muchos casos les falta ejercicio para poder quemar las calorías extra, y por eso solemos ver tantos niños regordetes y a veces hasta obesos.
El desayuno es la base
¿Os habéis fijado cuántos niños y adultos no desayunan por la mañana? Algunos no tienen tiempo, otros dicen que no tienen hambre y algunos compran y comen algo de camino al trabajo.
Pero el problema es que nuestro cuerpo ha pasado toda la noche sin comida y está hambriento y estresado por el hambre, además aunque esté descansado por el sueño, necesita energía para arrancar motores. El cerebro necesita glucosa para su actividad, por eso es tan importante desayunar, y cuanto antes después de despertarse, mejor.
Un desayuno adecuado
Para un saludable comienzo de un nuevo día se recomienda pan integral, productos de cereales, jamón york, queso fresco, yogures, requesón, etc. No debería faltar verdura o fruta fresca y una infusión de hierbas o frutas sin azúcar o con muy poco azúcar moreno o miel. Los tés verde y negro no son adecuados para los niños por el contenido de teína, cuya composición se parece a la de la cafeína. Lo que sí forma parte de un buen desayuno es leche y zumos naturales de fruta o verdura.
Merienda para el cole
Otra vez se recomienda pan integral con jamón dulce o queso, yogures (hoy en día existen yogures que no requieren refrigeración) y fruta. Hay un montón de opciones y variedades que les resultarán interesantes a los niños, así no se aburrirán y no tendrán la necesidad de comprar golosinas.
Obesidad infantil
Los niños gordos suelen ser la diana de las burlas y no importa si es porque no paran de comer o porque están enfermos. Los compañeros no lo tienen en cuenta y con sus burlas pueden causar traumas que bajan notablemente el estima.
¿Qué hacer al respecto? Hasta los 10 años existe la posibilidad de pegar el estirón y que el sobrepeso desaparezca por sí solo, pero aún así es bueno tener un control sobre la alimentación de los niños y cuidar qué es lo que han comido y cuándo. A los niños mayores con sobrepeso u obesidad ya hace falta ponerlos a régimen de reducción estricto. La ventaja es que el metabolismo de los jóvenes trabaja más rápido que en la edad avanzada así que el adelgazar no se les hace tan difícil como a los adultos.
Sin embargo aún así no es fácil y no hay que subestimar el problema. La regla de oro es quemar más de los que se consume.
Cuidado con la falta de sueño
Si el niño duerme poco, está más cansado, no tiene suficiente energía para el ejercicio y en ningún caso para deportes más intensos. Luego intenta compensar el cansancio con comida y dulces, los cuales aportan energía al cuerpo, pero sólo por poco tiempo. Todo esto hace que se encuentre en un círculo sin salida.
En caso de querer ayudarle al niño con su sobrepeso, una de las primeras medidas implantadas debería ser un régimen de sueño correcto.