He comentado los inconvenientes del sol en una entrada anterior, y seguro que has leído en más de una ocasión sobre ello. En este artículo quiero enseñarte a elegir el factor de protección solar que más te convenga según tu tipo de piel.
Cómo elegir el fotoprotector adecuado
Hay dos tipos de fotoprotección, uno es la fotoprotección oral, es decir, se ingiere. No confundas la fotoprotección solar con los aceleradores del bronceado que se venden en farmacia, parafarmacia, supermercados y tiendas de alimentación natural.
El fotoprotector oral no está muy conseguido y es necesario complementarlo con otros protectores. No es una protección que te permita evitar totalmente los daños, es solo para ralentizar los efectos negativos del sol una vez agotado el capital solar de nuestro organismo.
El segundo tipo es el conocido fotoprotector en crema que se aplica sobre la piel. La protección solar en crema la podemos encontrar en distintos factores y formatos.
El factor de protección SPF, es un indicador del tiempo que podemos exponernos a la radiación del sol, por ejemplo el factor de protección multiplica los minutos que podemos estar al sol sin quemarnos. Por ejemplo si te quemas a los diez minutos con un fotoprotector 20, podríamos multiplicar por veinte el tiempo que pasamos al sol sin quemarnos, es decir 200 minutos.
Que podamos pasar 200 minutos sin quemarnos, no quiere decir que no estemos absorbiendo radiación perjudicial para nuestro cuerpo, radiación que se acumula, agotando el capital solar y resultándonos nociva.
El fotoprotector en crema
El fotoprotector en crema se debe aplicar como mínimo una hora antes de exponernos al sol. No compres un fotoprotector en spray como protector inicial, es un protector de cuidado relevo. Un cuidado relevo es el cuidado que sirve para renovar la protección.
Las cremas son más pastosas y por su mayor densidad, suelen proteger más. El fotoprorector ha de renovarse después del baño y como mínimo cada dos horas. Los nuevos protectores más líquidos, más cómodos y en spray, son cuidados relevo porque están pensados para este uso.
El factor físico
El fundamento de los fotoprotectores es que contienen sustancias químicas que absorben la radiación la hacen rebotar (la reflejan). El problema de los factores químicos es que a veces reaccionan con perfumes, con cremas que nos hemos aplicado previamente, con medicación (como inmunosupresores o anticonceptivos, manchan la piel), para ello se han creado protectores con titanio que no reacciona con medicamentos, cremas, colonias ni provoca alergias.
El titanio es opacificante, de modo que las cremas con titanio se ven de color blancas aunque las extiendas. Además son muy pastosas, precisamente para matificar el color y que no tengas que salir de casa con la cara blanca como una geisha, a estos protectores con factor físico (o filtro físico) se les suelen añadir pigmentos de maquillaje, y aunque no resulte un acabado tan brillante y especial como el del maquillaje, es bastante aceptable.
Así que ya sabes, un fotoprotector en crema para aplicarlo en casa antes de salir, y uno en spray para renovar tus cuidados en la playa. Recuerda que debes aplicártelo por todo el cuerpo, hay cremas específicas de cara y que no sirven de un año para otro porque la protección caduca. Cuídate la piel y baja a la playa sin miedo.
¿Qué fotoprotector usas tú? ¿Aparte de los fotoprotectores, ¿cómo te proteges de los rayos solares?