Con la llegada del calor las piernas se ven mucho y las varices son muy antiestéticas y molestas. Dan una impresión de envejecimiento y además, cuando son profundas, duelen y pueden provocar complicaciones de salud. Hace poco hemos hablado sobre los remedios naturales para las varices y hoy vamos a añadir alguna información más, junto a unos trucos muy eficientes para tratar esta dolencia.
Como ya mencionamos anteriormente, las varices son producto de la insuficiencia venosa periférica. Eso significa que la circulación sanguínea no va bien y las venas no son lo suficientemente fuertes y elásticas, así que la sangre se estanca. Mejoran mucho si ponemos los pies en alto, aunque esta mejora es tan solo posicional y por lo tanto de ayuda temporal, y no eliminará las varices para siempre.
Tratamientos para las varices
Los geles refrescantes están bien de precio y muy conseguidos, pero no son lo más adecuado para las personas que tenemos la piel seca (que además se reseca aún más en verano), así que aunque descongestionan mucho, a mí por ejemplo no me sirven, y decidí probar otros remedios.
Cómo preparar un remedio alternativo
Lo primero que tienes que saber es que hay que ser muy constante, esto de eliminar las varices no es cosa de un día.
Hay que poner las piernas a remojo durante unos quince minutos en agua fría. Cuanto más fría mejor, lo ideal sería meterlas en hielo, pero a mi por lo menos, el agua tan fría no me sirve porque no aguanto con los pies dentro ni veinte segundos.
Después vas a aplicarte una mascarilla mentolada. La mascarilla se hace con arcilla y menta. Es sencilla, tienes que preparar una mezcla de arcilla y aceite esencial de menta. La arcilla la puedes encontrar en cualquier herbolario, papelería o droguería.
Después la aplicas en las piernas desde abajo a arriba, es decir, desde los pies hasta los muslos, masajeando enérgicamente, como si apretaras el tubo de la pasta de dientes. La dejas secar y entonces la retiras con agua.
Después mezclamos nuestro aceite hidratante habitual con aceite esencial mentolado. Yo uso el de almendras de 250 ml y cinco cucharadas de aceite esencial de menta (el mismo que hemos usado para preparar la mascarilla de arcilla).
A veces se mezcla a la perfección, pero en otras ocasiones, según la marca, hay que calentarlo para conseguir que sea homogéneo. En este caso hay que esperar a que se enfríe para aplicarlo.
La mezcla se puede preparar con antelación, aunque es mejor que no hagas mucha porque recién fabricada es más refrescante y hace más efecto. Hay que aplicarla con movimientos circulares en el mismo sentido que la mascarilla, desde los pies hasta el muslo. Dejas que se seque y ya está.
Las varices muy grandes mejoran bastante y las pequeñas incluso se llegan a eliminar, pero para notar la mejoría hay que ser muy constante, ya he dicho que no es cosa de un día, así que paciencia.
¿Qué te ha parecido este truco para tratar las varices? ¿Te animarás a probarlo? Opina y comparte.