Aunque hoy en día hasta en invierno podamos conseguir cualquier fruta o verdura, el consumir suficientes cantidades de vitamina C no es un hecho. Y eso a pesar de que sea uno de los complementos más importantes de nuestra alimentación.
El ácido ascórbico, otro nombre de esta vitamina, actúa como antioxidante y es necesario para el crecimiento celular, respiración de tejidos, estimulación de formación de los leucocitos, colágeno y cumple con muchas otras funciones, básicas para el funcionamiento correcto del organismo.
La enfermedad causada por falta de vitamina C, el escorbuto, ya es considerada como un hecho histórico vencido en el siglo 18 y como mucho, problema sanitario de países tercermundistas. Por desgracia no es así.
La insuficiencia grave de esta vitamina acompaña hoy en día trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia. La avitaminosis (falta) C con síntomas desarrollados del escorbuto es frecuente en personas excluidas de la sociedad, con ganancias bajas, personas sin techo, alcohólicos, drogodependientes o ciudadanos mayores aislados con alimentación insuficiente.
Pero también en la población mayoritaria existe un numeroso grupo de personas cuyos niveles de vitamina C están por debajo de lo normal. Varias investigaciones afirman que podría ser hasta el 20 % de la población actual del mundo moderno. Muchos medicamentos suelen reducir el nivel del ácido ascórbico en el cuerpo. Desde aspirina y corticosteroides hasta antibióticos de tetraciclina o los anticonceptivos orales. Realmente perjudicados están los fumadores.
La vitamina C es soluble en agua y se elimina del cuerpo a través de la orina. Nuestro organismo no sabe fabricarla ni es capaz de almacenarla, por eso es tan importante su consumo ininterrumpido.
Síntomas de la falta de vitamina C
- Cansancio – la fatiga frecuente, el letargo o estados depresivos señalizan la falta de esta vitamina, pero también pueden acompañar muchas otras enfermedades.
- Cambios de humor – rápidos cambios de humor, explosiones e irritabilidad pueden pertenecer entre las indicaciones primarias, pero no específicas de un bajo nivel de la vitamina C
- Moratones – una formación frecuente de moratones u otras manchas advierte que algo no está bien en el organismo. A menudo es justamente la escasez de este antioxidante.
- Piel seca, cabello dañado.
- Curación decelerada de pequeñas heridas.
- Dolor crónico de los miembros y articulaciones, otros posibles pero no específicos signos de este fenómeno.
- Inmunidad rebajada y empeoramiento de las alergias.
Conclusión
Hemos de tomar alimentos ricos en vitamina C pero también con moderación ya que un exceso tampoco es sano.