¿Tienes los ojos hinchados, la nariz taponada y te pica la garganta cuando te despiertas por la mañana? Tu piel está seca, todo el día sufres una tos seca y estás cansado…. Puede que éstos no sean los síntomas de un virus o infección bacteriana, sino que se trate de un aire demasiado seco que respiras en tu casa.
Una alimentación sana y el movimiento regular tienen buena influencia sobre nuestra salud. Pero poca gente se da cuenta de que no sólo es importante lo que comemos, pero también lo que respiramos. El ambiente seco de nuestra casa causa un montón de complicaciones médicas.
La humedad relativa higiénicamente recomendada es de 40 a 50 % en verano y de 45 a 65 % en invierno. Si la humedad del ambiente está por debajo del 40 % se secan las mucosas de las vías respiratorias, y eso lleva a la debilitación del mecanismo de defensa que sirve como un escudo contra la penetración de microorganismos, aerosoles y alérgenos al organismo. Sobre todo en invierno, cuando se pone la calefacción y no se airean las habitaciones, la humedad puede caer por debajo del 20 %.
La humedad del aire tiene influencia también sobre la morbididad de los niños en el colegio. Está demostrado que en las clases, donde el aire es humedecido durante la temporada de calefacción, el número de niños enfermos por resfriado ha sido más bajo que en clases, donde no se ha aumentado la humedad. Esto es muy simple, los microorganismos que causan enfermedades por resfriado se desarrollan muy bien en ambiente seco y por el contrario, muy pocos sobreviven con humedad de 60 %.
Qué es lo que causa el ambiente seco
- Secado de mucosas del tracto respiratorio superior
- Tos seca irritante
- Sensación de nariz taponada
- Picor matutino de garganta
- Inflamaciones crónicas de nasofaringe
- Enfermado frecuente de los tractos respiratorios superior e inferior
- Bronquitis crónica
- Laringitis repetitiva en los niños
- Piel seca e irritada
- Escozor de ojos
- Labios agrietados
- Sensación elevada de fatiga y sed constante
Las complicaciones médicas causadas por el ambiente seco se pueden evitar sencillamente. Aparte de los métodos que usaban nuestros abuelos (recipiente con agua o toalla mojada encima de la calefacción) existe una forma más eficaz de humedecer. Se trata de los humificadores de aire. En el mercado existen dos tipos básicos: de vapor y ultrasónicos.
La evaporación de agua de la piel es un factor muy importante para mantener la temperatura corporal. Cuánto más grande es la humedad relativa del ambiente, más lentamente se evapora el agua de la superficie de nuestro cuerpo y al revés. La humedad ambiental tiene una importancia enorme para nuestro estado de salud. Ésta depende sobre todo de la temperatura del aire. La humedad más favorable en una habitación cerrada con la temperatura de 20 °C es de 45 a 65 %.
Métodos caseros de aumentar la humedad dentro de casa
En caso de que no te puedas permitir (o no quieras gastarte ese dinero) en un humidificador, tienes otras alternativas que puedes poner en práctica incluso sin gastarte nada.
- Toallas húmedas: puedes (si tienes calefacción), mojar unas toallas y colocarlas encima de los radiadores. Esto hará que el agua se evapore y pase al ambiente haciendo que suba la cantidad de humedad.
- Con horno y un tiesto o maceta: simplemente coge una maceta o tiesto de cerámica y caliéntalo en el horno hasta que coja bastante temperatura. Ponlo en la habitación que quieras subir la humedad estando caliente y échale agua hirviendo. La maceta aguantará el calor bastante y seguirá evaporando agua durante un buen rato.
Gracias a Ondina por estas dos. Si tienes alguna otra idea no dejes de compartirla con nosotros.