A muchas personas les resulta intolerable el olor y el sabor de este alimento, pero lo cierto es que seguramente hayas oído hablar acerca de las importantes propiedades medicinales del ajo. ¿Quieres saber cuáles son y cómo puedes beneficiarte de ellas? Te lo explicamos en este artículo.
Las propiedades medicinales del ajo
El ajo ha sido empleado como remedio natural ante múltiples afecciones desde tiempos remotos, de forma paralela a su amplio uso en nuestra alimentación.
Los médicos de la antigüedad ya intuían que el ajo era un verdadero alimento medicina, de hecho, existen evidencias de su uso terapéutico en el Antiguo Egipto.
En la actualidad se sabe que el ajo debe sus importantes propiedades medicinales a dos principios activos: la alicina y el ajoeno, los cuáles se liberan cuando el ajo crudo es triturado.
A continuación veremos cuáles son las propiedades medicinales del ajo y en qué casos se recomienda especialmente su consumo.
El ajo como antibiótico natural
La capacidad antibiótica del ajo se ha demostrado sobre varias cepas de bacterias cuyo crecimiento puede causar diversas enfermedades como la cistitis, la tuberculosis o las intoxicaciones alimentarias.
Además, el ajo también aumenta nuestra resistencia frente a virus y hongos.
El ajo se debe tomar como prevención de las enfermedades infecciosas y como tratamiento coadyuvante una vez estas ya se han producido.
Ajo para mejorar la circulación
El ajo fluidifica la sangre y ayuda a que se eliminen las sustancias de desecho presentes en nuestro organismo, en consecuencia. También previene la formación de coágulos sanguíneos y protege el sistema cardiovascular frente a las siguientes enfermedades: hipertensión arterial, colesterol, infarto y angina de pecho.
También debes tenerlo en cuenta como tratamiento en otros trastornos circulatorios como las varices o las hemorroides.
Si no tienes una buena circulación y estás afectado por hipertensión arterial o colesterol, el ajo crudo debe formar parte habitual de tu alimentación.
El ajo aumenta nuestras defensas
Los componentes medicinales del ajo han demostrado aumentar la actividad de las células inmunitarias, además, el ajo contiene micronutrientes como la vitamina B6 imprescindibles para que nuestras defensas se encuentren en plena forma.
Debemos tenerlo especialmente presente para prevenir trastornos respiratorios como la gripe y el resfriado. Además, el ajo también es un excepcional remedio para la recuperación, ya que disminuye el tiempo de convalecencia.
El ajo, un alimento anticancerígeno
El ajo, al igual que la cebolla, posee múltiples compuestos azufrados, los cuales se ha relacionado directamente con la inhibición del cáncer.
Los estudios que se han realizado demuestran que el consumo de ajo crudo machacado aumentó la presencia de células inmunitarias en los tejidos cancerígenos, impidiendo la proliferación de los mismos.
Por este motivo es muy importante que el ajo esté presente en nuestra alimentación habitual.
Cómo aprovechar todas las propiedades medicinales del ajo
Lo más recomendable es tomarlo en su forma natural, incluyendo de 1 a 2 dientes de ajo de forma diaria y comiéndolo crudo y machacado.
No obstante, seguramente no te resulte muy agradable masticarlo crudo por su sabor, en ese caso puedes optar por tomarlo en forma de complemento nutricional.
Los complementos nutricionales de ajo se presentan en cápsulas y contienen una gran concentración de sus principios activos, por eso en este caso es preferible consultar previamente con un profesional de la salud.
¿Te gusta el ajo? ¿Lo incluyes en tus comidas? Comparte con nosotros alguna de tus recetas.