Te tumbas, tranquilizas el aliento y nada. El sueño no llega. Y cuando ya tienes los ojos cerrados, te despierta cualquier ruidito. Por la mañana estás cansadísima e incómoda. Y en la cabeza tienes sólo una idea y deseo – volver a la cama. Pero aunque vuelvas, el sueño sigue sin llegar. ¡Cámbialo! Antes de empezar a tomar somníferos, prueba primero nuestros consejos para conseguir un dulce sueño.
Consejos para dormir mejor
Con incorporar estas recomendaciones en tu rutina casi seguro que conseguirás descansar de manera mucho más óptima.
1. No te lleves el trabajo a la cama
¿Eres la típica persona que cuando se acuesta y cierra los ojos, empieza a pensar en su trabajo, en lo que se le ha salido bien o en lo que ha salido mal? Acaba con ese maratón de pensamientos-intrusos sobre lo que podrías haber hecho al respecto. Si necesitas organizar las ideas en la cabeza, hazlo por la tarde con una taza de té. Estas meditaciones no pertenecen al dormitorio.
2. El dormitorio es lugar de tranquilidad y descanso
Si necesitas terminar algo, no lo hagas en el dormitorio. Para estudiar para un examen o preparar material para el trabajo mejor usa el salón o la cocina, porque si siempre le haces trabajar al cerebro en la cama, desaprenderás a descansar en ella. Lo mismo pasa con el rincón del trabajo, si lo tienes en el dormitorio, trasládalo a otro lugar. La misma regla se aplica al ordenador y la tele. Nada debería interrumpir tu sueño.
3. La regularidad es la base
Es recomendable inculcarse un “régimen de sueño” regular. Acostarse cada día a la misma hora y asimismo levantarse siempre a una hora determinada. Evita trasnochar y también eso de dormir más los fines de semana. Ninguno beneficia el sueño porque el cuerpo no es capaz de saber cuando tiene que descansar y cuando debe estar activo.
4. ¡Que entre aire fresco!
Antes de entrar en la cama sería conveniente airear la habitación y bajar la calefacción. Un aire demasiado caliente y un edredón hacen mala combinación y no ayudan a dormirse. Lo mismo pasa con vecinos demasiado alegres y ruidosos. Si uno quiere dormir, necesita tranquilidad. Así que si hace falta “silencia” a los vecinos y no olvides bajar las persianas.
5. Por la tarde come con moderación
No hay que acostarse con el estómago lleno, pero ni la sensación de hambre es un amigo del sueño. Ya en la segunda parte del día recuerda que por la noche vas a querer descansar. Por eso, después de las cinco de la tarde consume sólo comidas ligeras y fáciles de digerir. Si no estás acostumbrado a la cafeína, por la tarde no tomes café ni té negro. Mejor bebe leche.
6. Una copa está permitida
Si una copa de vino o una gota de algo más fuerte hacen que te duermas mejor, no hay motivos para no tomarla de vez en cuando. Sólo hay que tener cuidado para que esta copa no se convierta en una costumbre peligrosa.
7. Ayudarán las hierbas
Un buen ayudante para los que no pueden dormirse son las hierbas. Sus efectos están “escondidos” en diversas infusiones. Pero su intenso sabor no tiene que agradar a todos los gustos. Además, la concentración de hierbas en las infusiones es muy baja. Para los que realmente necesitan un calmante pero no quieren tomar somníferos, existen cápsulas que contienen altos niveles de extractos que realmente hacen que uno se duerma, son naturales y todo eso sin crear dependencia.
8. Relájate
Si no eres fan del deporte o simplemente no te da tiempo de realizarlo, busca otra manera de relajarte. Puede servir meditación, un baño caliente e aromático o solamente una conversación con una amiga o con tu pareja. Así te tranquilizarás totalmente y dejarás todas las prisas del día detrás de la puerta del dormitorio.
9. No olvides moverte
Vas a dormirte mejor si estás físicamente cansado. Es bueno hacer ejercicio o simplemente dar un paseo. Al moverse uno se limpia la cabeza y se cansa un poco. Por la noche cae a la cama y se duerme mucho más fácil que si estuviera cansado sólo por el lado psíquico. Pero cuidado con el deporte – hay que dejarlo como mínimo dos horas antes de ir a la cama.
10. También depende encima de que se duerme
Alfa y omega de un buen sueño es una buena cama y un buen colchón. Por eso no sale rentable ahorrar en ello, ya que a cada uno nos va bien una cosa distinta. Antes de comprar un colchón hay que probarlo bien en la tienda. No debería estar demasiado blando para no hundirse en él, pero tampoco debe ser demasiado duro. Es una cuestión individual.
¿Duermes mal? ¿Te ha servido alguno de estos consejos? Comenta 🙂