Cómo limpiar y desinfectar la nevera

Cómo limpiar la nevera de la mejor forma

Seguro que de vez en cuando toca día de limpieza pero, ¿te has parado a pensar en las cosas que deberían estar limpias? Te voy a enseñar la mejor forma de limpiar la nevera para que no te suponga un esfuerzo.

Limpiar el suelo, fregarlo o incluso quitar el polvo es algo que prácticamente todo el mundo hace. Lo que ya no está tan claro, es llevar la limpieza un poquito más allá y de vez en cuando darle un repaso a la nevera.

Limpiar la nevera de forma correcta

¿Pero es que hay una forma incorrecta de limpiar la nevera? No diría que la hay, pero sí que puedes olvidarte de algunas cosas a tener en cuenta al limpiarla, o incluso algunas que no sepas que te pueden facilitar el trabajo.

Además de limpiar la nevera también aprovechas para repasar toda la comida que tienes dentro, y así poder deshacerte de toda aquella que no esté en buen estado. Seamos sinceros, a todos nos ha pasado alguna vez que se nos olvida algo por un rincón y casi parece un jardín.

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Lo primero de todo será prepararte el espacio, ya que lo que hay dentro de la nevera tiene que sacarse para poder limpiarla. Puedes hacerte sitio en la encimera, o si tienes alguna caja o balde en la que poder ponerlo todo también vale.

Una vez lo tengas todo fuera, toca revisar las partes móviles o extraíbles. Por lo general, el cajón de la verdura, las baldas e incluso las baldas de la puerta de la nevera se pueden quitar. Sí, las de la puerta basta con hacer algo de fuerza hacia arriba, en seguida sabrás si son desmontables.

Una vez lo tengas todo fuera de la nevera toca limpiarlos a fondo en el fregadero. Sí, puede ser incómodo, pero debes hacerlo. Si ves que están un poco sucios puedes diluir algo de lejía en agua y dejarlos a remojo un cuarto de hora, o echarles ese agua con lejía por encima y esperar un poco.

Luego lávalos con el jabón para la vajilla y abundante agua y déjalos que vayan escurriendo. Mientras tanto toca atacar a la nevera.

Hay algunos productos específicos para limpiar neveras por dentro, pero por lo general con agua, jabón y un poco de lejía o desinfectante es más que suficiente. Prepárate una solución que no huela muy fuerte y empieza desde la parte de arriba de la nevera.

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Trata de usar un estropajo salvauñas, de estos que no rayan las sartenes, pues si arañas el interior de la nevera podrías hacer que no funcione correctamente (se haga escarcha o se adhiera más suciedad).

Recuerda hacerlo de arriba hacia abajo y dale bien a la puerta también. Cuando lo tengas no te olvides de echar un poco de ese agua con lejía en la goma de la puerta, tanto por la parte de fuera como por el rincón interior, que ahí es donde más hongos se suelen poner.

Para esos rincones que no puedas frotar bien, puedes echar mano de un cepillo de dientes viejo que tengas por ahí. Son ideales para frotar en esquinas por ejemplo.

Una vez la tengas lista te recomiendo coger un limpiacristales con mucho alcohol, o alcohol directamente y echarle con un difusor. Sécalo con papel de cocina y ya te quedará perfecta. Ve poniendo las baldas y límpialas también con alcohol para que así no quede ni un solo bichito.

Si has apagado la nevera antes de ponerte manos a la obra, este es el momento para encenderla. Recuerda secarla bien antes de ponerte a meter cosas.

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Lo último, que aún no hemos terminado, es que cojas todos esos botes, tapers y envases que has sacado de la nevera, y antes de volver a meterlos los limpies con un trapo y un poco de agua con jabón.

Sí, sé que parece una tontería, pero si ahora metes los botes y tienen la base sucia habrás hecho solo la mitad del trabajo.

Piensa también en cómo quieres dejarlos ordenados, pues este es un buen momento para organizar un poco las cosas que tienes dentro. Si tienes alguna verdura que suelta agua o las bolsas no te parecen adecuadas, aprovecha y cámbialas.

Ahora la gran olvidada, la parte de fuera. Si pensabas que habíamos terminado, pues no. No tengas pereza y coge un trapo, échale un poco de agua con jabón, y frótala bien por fuera. Que no te dé pereza por tener un montón de imanes.

Una vez terminado vas a ver como te dará gusto cada vez que vayas a coger algo de la nevera, tan limpita y ordenada.

Con un poquito de mantenimiento podrás conseguir que esté limpia bastante tiempo, pero por lo menos una vez al mes o cada dos sería conveniente darle un repaso.

¿Tenías alguna cosa que no sabías en la nevera? ¿Cuándo fue la última vez que la limpiaste? Comenta y comparte.