Como ya sabes la principal fuente de vitamina D es el sol. El caso es que tiene bastantes secretos y precisamente por eso te voy a enseñar 3 cosas sobre la vitamina D que todos deberían saber.
La vitamina D no es realmente una vitamina
Lo que se conoce como vitamina D es conocido como provitamina D y realmente es un precursor de una hormona esteroidea. Esta se convierte en el hígado y luego en los riñones antes de convertirse en calcitriol.
Una de las funciones más importantes de la vitamina D es la de mantener los niveles de calcio en nuestro metabolismo. Para aumentarlos basta con añadir esta vitamina en nuestra dieta (o tomar más el sol).
Cuando te falta vitamina D o tienes los niveles bajos, el paratiroides se vuelve hiperactivo. Esto, conocido como hiperparatiroidismo, genera como consecuencia exceso de fósforo. Este es imprescindible para la mineralización del hueso y es una técnica de este músculo para tratar de compensar el déficit.
Por otro lado, si tienes un exceso de vitamina D, pero los niveles de hierro están bajos, también pueden ayudar afectar a la absorción del calcio.
La vitamina D está vinculada a la salud general del cuerpo
Se han relacionado los casos en los que la vitamina D está más baja de lo normal por tiempos prolongados con diferentes dolencias y enfermedades como:
- Cánceres
- Debilidad muscular
- Esclerosis múltiple
- Diabetes de tipo 1 y 2
- Esquizofrenia
Y estas son solo algunas. Precisamente por eso es muy recomendable mantener los niveles de esta vitamina controlados.
Entre algunos de sus beneficios el más importante puede ser su efecto sobre el sistema inmune. Ayuda a combatir ciertas enfermedades degenerativas y a prevenirlas.
La leche no es la mejor fuente de vitamina D
A pesar de que en los anuncios nos “embutan” que la leche es una fuente perfecta y la más accesible de vitamina D, es totalmente falso.
Precisamente hay estudios que demuestran que la leche pasteurizada está vinculada a casos de deficiencia de calcio y vitamina D.
La mejor fuente de vitamina D, y que encima es gratis, es tomar el sol. Ponerte todos los días un rato al sol (o todo lo que puedas mientras no te quemes), es perfecto para mantener los niveles de vitamina D.
Esto se debe a que los rayos ultravioletas hacen que la piel regule la vitamina D y la transforme en lo que tu cuerpo puede utilizar. Encima es casi imposible sufrir una sobredosis como pasa con los alimentos.
En los países en los que hay pocas horas de luz solar, o incluso las nubes hacen que ni llegue a salir, es algo más complicado. A pesar de no haber estudios al respecto, existen lámparas de luz uv (como las que le ponemos a los terrarios). E incluso sesiones de solarium pueden ayudar a combatir la falta de sol.
¿Sueles tomar el sol? Comenta y comparte.