Seguramente hayas oído hablar sobre la aromaterapia, un método terapéutico completamente natural, fácil de aplicar y muy placentero. ¿Quieres saber más? En este artículo te lo contamos todo acerca de la aromaterapia.
¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia es una corriente terapéutica que se engloba dentro de la fitoterapia (terapia con plantas medicinales). Consta en la aplicación de aceites esenciales a través de distintas vías, según cada caso en concreto.
Los aceites esenciales son productos derivados de las plantas medicinales aromáticas, que a través de un proceso de destilación o extracción por prensado en frío, ofrecen todas las propiedades de la planta de una forma muy concentrada.
¿Cómo actúa la aromaterapia?
La aromaterapia se basa en unos claros fundamentos científicos, ya que los aceites que se emplean contienen en una alta concentración todos los principios activos de la planta.
Estos principios activos no resultan en absoluto agresivos cuando se emplean adecuadamente, pero al igual que sucede con los fármacos, cuentan con un mecanismo de acción y un efecto farmacológico bien definidos.
Cuando el aceite esencial se inhala, los principios activos llegan al sistema nervioso central a través de las neuronas olfativas y ejercen allí su efecto. En cambio, cuando se aplica tópicamente, los principios activos se absorben a través de la piel, pasando al torrente sanguíneo y llegando a todos los órganos y tejidos.
¿Cómo se aplican los aceites esenciales?
Los aceites esenciales pueden aplicarse de múltiples formas:
- Aplicación tópica por masaje
- Inhalación directa
- Difusión atmosférica
- Baño aromático
- Vía interna
La ingestión por vía oral de los aceites esenciales únicamente debe realizarse bajo prescripción médica, pues estos productos poseen un estrecho margen terapéutico y un alto riesgo de toxicidad cuando se ingieren.
¿Los aceites esenciales pueden aplicarse directamente sobre la piel?
Se considera que los únicos aceites esenciales que pueden ser aplicados directamente sobre la piel son el aceite esencial del árbol del té y el aceite esencial de lavanda. Sin embargo, es preferible no hacerlo de esta forma por una posible reacción de hipersensibilidad en la piel.
Al ser tan altamente concentrados, para cualquier aplicación tópica los aceites esenciales deben ser diluidos previamente en un aceite vegetal base (aceite de rosa mosqueta, de almendras dulces o de argán). La proporción a emplear debe ser del 2-5 %, lo que equivale a 60-150 gotas de aceite esencial por cada 100 mililitros de aceite vegetal base.
Precauciones que debes tener al utilizar aceites esenciales
Los aceites esenciales pueden utilizarse frente a múltiples afecciones de salud, de forma única o complementaria, dependiendo de cada caso en concreto.
A pesar de eso, debe evitarse su uso en mujeres embarazadas y lactantes, y en niños menores de 3 años por su alta concentración. Del mismo modo, deben tenerse distintas precauciones con algunos aceites esenciales.
Este es el caso del aceite esencial de eucalipto que no puede ser utilizado por niños menores de 6 años, ni por personas que hayan sufrido algún episodio de asma. Otro caso es el de los aceites esenciales cítricos (mandarina, naranja o limón) que no pueden emplearse de forma previa a la exposición solar por causar reacciones de fotosensibilidad, y por tanto provocar manchas en la piel.
¿Usas aceites esenciales? ¿Para qué tipo de afecciones? Comenta y comparte tus experiencias.