Las vitaminas son micronutrientes que si bien se encuentran en bajas proporciones en los alimentos, resultan de gran importancia para el organismo humano, ya que participan en múltiples procesos imprescindibles para la vida. ¿Pero pueden las vitaminas ser tóxicas? Si quieres resolver esta duda, no dejes de leer este artículo.
¿Las vitaminas pueden ser tóxicas?
Las vitaminas se encuentran principalmente en frutas y verduras, y es absolutamente necesario que la dieta contemple estos grupos de alimentos de forma abundante.
Por lo tanto, en primer lugar se debe aclarar que las concentraciones de vitaminas que se pueden obtener a través de la alimentación no resultan tóxicas. De hecho, una alimentación saludable es aquella que aporta, entre otros nutrientes, las suficientes vitaminas y minerales.
La posible toxicidad de las vitaminas puede darse al ingerir complementos multivitamínicos, el consumo de los cuales es muy elevado y no siempre se corresponde con una verdadera necesidad del organismo.
¿Todas las vitaminas son tóxicas?
No. Las vitaminas hidrosolubles son aquellas que se disuelven en agua. Por lo tanto, un exceso de las mismas se eliminará fácilmente a través de la orina, siendo la toxicidad prácticamente imposible. Un ejemplo de vitamina hidrosoluble es la vitamina C.
En cambio, las vitaminas liposolubles se disuelven en grasa y en el caso de encontrarse en una concentración excesiva no pueden excretarse, por lo tanto, estas sí pueden resultar tóxicas.
Son vitaminas liposolubles la vitamina A, D, E y K.
Toxicidad por vitamina A
La intoxicación por vitamina A puede darse a partir de las 25.000 unidades internacionales (UI) diarias. Sin embargo, los bebés y niños son aún más sensibles y pueden reaccionar ante dosis menores.
Un exceso de vitamina A causa dolor óseo, dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, disminución del apetito, vómitos, mayor sensibilidad en la piel y trastornos del desarrollo en bebes y niños.
Toxicidad por vitamina D
La toxicidad por vitamina D se produce a partir de las 10.000 UI diarias.
Un exceso de vitamina D también implica un exceso de calcio que puede resultar muy peligroso para el organismo. Los síntomas de hipervitaminosis D son los siguientes: fatiga, deshidratación, estreñimiento, disminución del apetito, sed excesiva, vómitos, hipertensión y aumento de la micción.
Toxicidad por vitamina E
La cantidad diaria recomendada de vitamina E para adultos se establece en 15 miligramos, y si bien el organismo tiene una buena tolerancia hacia esta vitamina, un aporte superior a este puede ocasionar toxicidad.
Los síntomas de hipervitaminosis E incluyen los siguientes: dolores musculares, náuseas, fatiga, visión doble y malestar gastrointestinal.
Toxicidad por vitamina K
Una persona adulta necesita 120 microgramos diarios de vitamina K .Por encima de esta dosis, se puede experimentar toxicidad, la cual es muy grave, pues la vitamina K está estrechamente vinculada a la coagulación de la sangre.
No existen muchos estudios que hayan evaluado los problemas derivados de la hipervitaminosis K, pero entre los síntomas que se han podido recoger se encuentran los siguientes: anemia con destrucción de glóbulos rojos, afección neurológica y daño hepático.
¿Cómo evitar la toxicidad por vitaminas liposolubles?
Como hemos mencionado inicialmente, la toxicidad por vitaminas solo puede darse a través de complementos nutricionales. Por lo tanto, para evitar problemas resultará fundamental consultar previamente con un profesional de la salud que te pueda asesorar acerca de si necesitas o no un complejo multivitamínico.
¿Revisas la cantidad de vitaminas que ingieres? ¿Usas complementos vitamínicos? Deja tu comentario y comparte.