Si tu casa no es muy grande puede que al final tengas que guardar las cosas donde puedas. Igual que si desconoces lo que puede pasar si no guardas estas 10 cosas en un lugares fríos.
Aunque parezca mentira, hay objetos, productos y algunos alimentos que parecen estar envasados de forma que no les afecte nada. Esto no es así del todo, y debes tener en cuenta que la temperatura muchas veces juega malas pasadas.
Qué cosas debes guardar en un sitio fresco
Incluso una temperatura por encima de lo normal puede provocar cambios en ciertos alimentos y objetos. Ten en cuenta que esta es capaz de atravesar (o atemperar) los materiales más duros, y no importa que esté en un frasco de plástico, cristal o metal. Al final siempre acaban cogiendo la temperatura ambiente por completo.
Medicamentos
Guardar los medicamentos en el armarito del baño no es precisamente el mejor sitio para hacerlo. Aunque te pueda parecer un lugar fresco, los vapores de la ducha y la estufa que pones cada día pueden reducir sus efectos.
Prendas y accesorios de piel
Chaquetas, bolsos, pantalones, botas de piel son enemigos naturales de lugares con temperaturas elevadas o húmedos.
Debes guardarlos en un sitio fresco y seco, pero si puede ser también oscuro. Esto es porque la piel es un lugar perfecto para que se reproduzca el moho. Pasa lo mismo con otros objetos fabricados con materiales naturales como madera.
Perfumes y colonias
Sobre todo las más caras, por mucho que vengan en botes que tratan a veces de preservarlas incluso de la luz. Al igual que con la medicina, el cuarto de baño no es un buen sitio para tenerlas, ya que el calor y la luz pueden alterar las fragancias.
¿Alguna vez te ha pasado que tenías una colonia y con el tiempo te huele diferente? Es debido a esto.
Productos de limpieza
Sobre todo la lejía y el amoniaco que además de ser buenos contra las manchas también lo son contra tu nariz. Es importante mantener los productos de limpieza en lugares fríos, ya que el calor podría provocar la aparición de vapores, o incluso hacerlos explotar en raras ocasiones.
Precisamente por esto no debes guardar el amoniaco junto a la lejía, ya que si por culpa de algún agujero o salpicadura se llegan a mezclar, provocarían vapores tóxicos.
Semillas
Esta parece una bastante obvia. Al ser una planta el trato debería ser similar al que le damos a cualquier otro vegetal. Tanto si las tienes como alimento, como si las vas a plantar a la larga, lo mejor es un sitio fresco y seco.
Esto es porque la humedad puede hacer que aparezcan microorganismos, y en un entorno lo suficientemente cálido crear moho que puede ser tóxico, o incluso matar la semilla.
Frutos secos de cáscara
Seguro que más de una vez has abieto frutos secos y muchos te han salido malos. Aunque tengan una cubierta dura, no significa que no sean porosos, igual que los huevos. Esto hace que agentes externos puedan entrar, y si las condiciones son ideales, reproducirse y alimentarse del fruto.
Lo mejor es un lugar seco, frío y oscuro para evitar que esto pase.
Perlas
Sí, de esas que hay en las piezas de joyería como collares, pendientes, pulseras… Si no las guardas en un sitio frío y seco puedes encontrarte con que aparezcan manchas. Incluso en ocasiones cambian de color o llegan a degradarse y perder su forma.
Esto se debe a que son un producto completamente natural (las de verdad), hechas de carbonato y son sensibles a varios factores, como por ejemplo el calor y los perfumes.
Vinilos
Aunque parezca mentira, la composición de los discos de vinilo los hace sensibles al calor. Además lo mejor es un lugar seco, para que el material no sufra cambios y las pistas de sonido no se alteren.
Debido a su bajo punto de fusión, una temperatura un tanto elevada, como podría ser dejarlo en el coche, o en un armario cerca de un radiador podría provocar daños irreversibles.
Fotos antigüas, negativos y películas en cinta
Hoy en día esto ya no es un problema. Casi todo el mundo saca las fotos con cámaras digitales o el teléfono móvil y al final terminan guardadas en la nube a buen recaudo. El problema es que algunos aún siguen teniendo recuerdos de la época de las cámaras automáticas o de carrete.
Estas fotos, al estar plasmadas en un papel especial las hace fácilmente degradables, pues este papel es sensible a la temperatura y sobre todo a la humedad. Si quieres que no les pase nada, lo mejor es escanearlas (por si acaso), y guardarlas siempre en seco y un sitio fresco pero no demasiado tampoco.
La temperatura puede alterar prácticamente todo, pero normalmente necesitas una muy elevada para según qué materiales. Estos que te acabo de comentar basta con que te pases con la calefacción en invierno, o incluso si en tu casa pega mucho el sol en verano, así que ojo.
Revisa también esta entrada, donde te aconsejamos qué alimentos deberías guardar fuera de la nevera para evitar sorpresas desagradables.
¿Has perdido algo por culpa de la temperatura? ¿Qué era? Comenta y comparte.