La dieta mediterránea es una de las dietas más saludables del mundo y se caracteriza por aprovechar todos los alimentos de calidad que están presentes de forma habitual en esta área geográfica. ¿Quieres descubrir como transformar tu alimentación en una excelente herramienta terapéutica? En este artículo te mostramos cuáles son los pilares de la dieta mediterránea.
Las claves de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea va mucho más allá de unos conceptos puramente nutricionales y puede definirse como una herencia cultural que transmite un verdadero estilo de vida, además, muy saludable.
Así lo prueban las últimas investigaciones, que han demostrado el efecto protector que la dieta mediterránea ejerce sobre el sistema cardiovascular.
¿Quieres cuidar tu salud a través de la mejor dieta? Entonces debes descubrir cuáles son las claves sobre las que se sustenta la dieta mediterránea.
Uso del aceite de oliva
En la dieta mediterránea el aceite de oliva es el principal medio para adicionar grasa a las distintas preparaciones culinarias. Este aceite vegetal es muy rico en grasas insaturadas (saludables), de ahí que sea útil para disminuir el colesterol y proteger el sistema cardiovascular.
Posee también diversos antioxidantes y le otorga a los platos un sabor único, de ahí que este aceite sea el protagonista de la dieta mediterránea.
Consumo de alimentos frescos y de temporada
Las verduras y las frutas son alimentos que se consumen diariamente en la dieta mediterránea, pero es importante que sean de temporada y frescos, ya que de esta forma se aprovechan todos los nutrientes que aportan.
Las frutas se utilizan principalmente como postre, ya que el consumo de pasteles o productos similares se restringe en el mayor grado posible.
Así como los alimentos frescos forman parte imprescindible de la dieta mediterránea, los alimentos procesados apenas están presentes en este tipo de alimentación.
Los cereales deben consumirse diariamente
Los cereales y los alimentos derivados de estos, como por ejemplo el pan, están presentes de forma diaria en esta dieta. Las legumbres también tienen protagonismo y deben consumirse regularmente.
Es importante que estos alimentos formen parte mayoritaria de la dieta, ya que gracias a ellos el organismo obtiene hidratos de carbono, su principal fuente de energía.
Además de cereales, el consumo moderado de frutos secos también es importante, pues junto con el aceite de oliva, son los alimentos que aportan ácidos grasos saludables.
Los lácteos como fuente de proteínas y minerales
El yogur y el queso forman parte diaria de la dieta mediterránea, ya que aportan proteínas de alto valor biológico y fácil asimilación. Además, los lácteos son una excelente fuente de minerales.
La principal ventaja que ofrece el yogur es que al tratarse de un alimento fermentado refuerza la flora intestinal y estimula el sistema inmunológico.
Más pescado que carne
La dieta mediterránea prioriza el pescado sobre la carne, preferiblemente el azul pues aporta también ácidos grasos esenciales.
El consumo de carne roja es esporádico y se debe consumir preferentemente en el contexto de preparaciones como guisos.
Los huevos se comen moderadamente como sustitución de la carne y el pescado.
Vino tinto con moderación
Seguramente asocies el consumo de vino tinto con la dieta mediterránea y es que consumido con moderación, resulta también muy saludable por su alto contenido en antioxidantes. No obstante, debe consumirse moderadamente y siempre durante las comidas.
La bebida principal de la dieta mediterránea es el agua.
¿Te gusta la dieta mediterránea? ¿Qué comidas sueles preparar? Comparte con nosotros tus ideas.