La alimentación actúa directamente sobre el estado de salud y para aprovechar todos los beneficios que puede ofrecerte, debes saber adaptarla a cada etapa vital. En este artículo te explicamos cómo debe ser la alimentación durante la tercera edad.
Los requerimientos nutricionales durante la tercera edad
La cantidad de nutrientes que un organismo necesita varía en base a diversos factores como la edad, el sexo o el peso corporal.
Durante la tercera edad, a partir de los 60 años el organismo humano tiene unos requerimientos nutricionales específicos que deben ser cubiertos a través de una alimentación natural y saludable.
Los requerimientos nutricionales que tiene una persona en la tercera edad son muy similares a los de un adulto. No obstante, el valor calórico debe reducirse en un 10 % por cada década de vida a partir de los 60 años.
Esto se debe a que el metabolismo se ralentiza y la menor actividad del organismo implica un gasto calórico más bajo que de no reducirse, puede aumentarse el riesgo de obesidad y sobrepeso.
Los requerimientos calóricos diarios para las personas mayores de 65 años son los siguientes:
- Hombres: 2.200 calorías
- Mujeres: 1.850 calorías
¿Cómo debe ser la alimentación durante la tercera edad?
Como en cualquier etapa vital, la alimentación debe ser saludable y equilibrada, respondiendo a las necesidades individuales de cada organismo.
Es importante respetar la individualidad de cada persona, ya que si bien generalmente los requerimientos nutricionales disminuyen durante la tercera edad, el riesgo de desnutrición también aumenta y algunas personas pueden necesitar una dieta altamente nutritiva.
A continuación te mostraremos las distintas consideraciones que se deben tener en cuenta para alimentar adecuadamente a una persona de la tercera edad.
Aporte de grasas
El aporte de grasas debe ser reducido, pues este nutriente es el que más calorías aporta por cada gramo (9 calorías).
Sin embargo, deben reducirse principalmente las grasas nocivas (provienen de embutidos, carne procesada y bollería industrial). En cambio, las grasas saludables deben potenciarse, ya que poseen importantes propiedades antiinflamatorias que mejoran el manejo del dolor.
Aporte de proteínas
Durante la tercera edad existe un mayor riesgo de sufrir atrofia muscular. Por tanto el aporte de proteínas diario debe aumentarse hasta llegar a 1 gramo por cada kg de peso corporal.
Estas proteínas deben venir de alimentos saludables como el pescado, la carne magra, el huevo de gallina y las legumbres.
Aporte de vitaminas y minerales
Las vitaminas y minerales se absorben de forma más difícil durante la tercera edad. Por eso la alimentación de una persona mayor debe aportar estos micronutrientes en mayor cantidad.
La mejor alternativa es ofrecer una dieta rica en frutas y verduras, pero en ocasiones puede ser necesaria la complementación nutricional, siempre bajo prescripción médica.
La mejor dieta para la tercera edad
El aporte de hidratos de carbono debe mantenerse, aunque deberán reducirse los azúcares rápidos y alimentos refinados.
La dieta de las personas mayores debe ser variada y sabrosa, y también debe ofrecer texturas y consistencias adaptadas a las posibilidades de masticación de cada persona.
Una alimentación adecuada durante la tercera edad es la mejor herramienta para aumentar la calidad de vida de las personas mayores.
¿Cuidas de tu alimentación? ¿Cómo te adaptas tú a las necesidades de tu cuerpo? Deja tu comentario y comparte.