Estas reinas gobernan en los jardines otoñales, son símbolo de la fiesta de Halloween, pero lo más importante es su alto contenido de sustancias beneficiosas para la salud, las cuales deberíamos aprovechar al máximo.
Ya los antiguos Egipcios, Romanos, Griegos y Asiáticos cultivaban estas plantas cucurbitáceas y para los nativos americanos era uno de los alimentos más populares que nunca faltaba en su menú. Lo aprovechan absolutamente todo, consumían la pulpa y las pipas y usaban la piel para fabricar felpudos y otros accesorios para el hogar. También llenaban las calabazas vaciadas con leche, miel, especias, etc. y las asaban. Parece que así se hicieron las primeras cremas de calabaza.
Propiedades de la calabaza
La pulpa de la calabaza contiene casi 90 % de agua, fibra y relativamente poco sacáridos, es rica en magnesio, cobre, potasio, selenio, hierro, zinc, fósforo, betacaroteno, alfacaroteno, vitamina A y luteína. También contiene proteínas, ácidos grasos insaturados y el rejuvenecedor ácido nucleido.
La fibra tiene efectos beneficiosos sobre el tracto digestivo, principalmente en la eliminación de toxinas del cuerpo. Gracias a las sustancias contenidas en la calabaza, consumirla regularmente fortalece el sistema inmunológico, fomenta la correcta actividad del corazón, calma los nervios, reduce el nivel de grasa en sangre, regenera las células y ayuda con gota, aterioesclerosis y reumatismo.
Las pipas y el aceite de calabaza
En la medicina popular se utilizaban sobre todo las semillas. En nuestras condiciones es una de las pocas fuentes naturales significantes de zinc. Las pipas sirven para elaborar aceite muy provechoso para la regeneración de energía y contiene nutrientes necesarios para el organismo. También mejora la calidad de los dientes, piel, uñas y cabello.
Es fácil de digerir y tiene un efecto ligeramente laxante. El aceite puro de calabaza tiene una influencia positiva en el riego sanguíneo del cerebro, ralentiza el endurecimiento de los vasos sanguíneos, reduce el riesgo de infarto y tiene efectos antiinflamatorios. Las pipas ayudan con los problemas con próstata y garantizan la función correcta de la vejiga.
Las semillas se pueden usar para preparar una infusión fortificante que se recomienda sobre todo a las mujeres antes y después del parto. Se cogen dos cucharadas de pipas y se tuestan en la sartén, a continuación se echan en medio litro de agua hirviendo y se cuecen más o menos media hora. Después se cuela y la infusión está lista.
Uso de calabaza
Tiene un amplio uso culinario, ya sea para la preparación de purés, cremas o postres, se puede preparar al horno o complementar otros platos. Es un alimento muy versátil.
Tanto la pulpa, como las pipas y sobre todo el aceite de calabaza se aprovechan también en la cosmética. Ya se ha mencionado que el aceite mejora la calidad del cabello y uñas y fomenta su crecimiento. También ayuda a mantener la piel saludable, la calma, hidrata y suaviza.
Máscara de calabaza
Se coge un trozo de calabaza pelada, se corta en daditos y se cuecen en un poco de nata. Cuando ya casi esté hecha se añade un puñado de copos de avena para crear una mezcla espesa y pegajosa. Esperamos a que se enfríe un poco, aplicamos aún caliente en la cara limpia y dejamos que haga efecto unos 20 minutos. Después enjuagamos con abundante agua.