Quizás ya estás un poco aburrido de trabajar todo el tipo con los mismos alimentos en la cocina y te gustaría enriquecer un poco tu menú. En tal caso puedes probar alguno de estos ingredientes poco tradicionales pero al mismo tiempo muy ricos y también sanos.
Alforfón
Aunque no se trate de un cereal clásico, el uso culinario del alforfón, también conocido bajo el nombre de trigo sarraceno, es muy similar y es perfecto para la dieta sin gluten de los celíacos, ya que no lo contiene. Este cereal es muy apreciado por su alto contenido de rutina, un glucósido flavonoide.
La rutina es una sustancia con efectos beneficiosos para el organismo humano. Aumenta la elasticidad de los capilares sanguíneos y junto con la presente vitamina E contribuye a su curación. Por tanto es el alforfón un alimento muy adecuado en el tratamiento de hemorroides o varices. Además reduce el riesgo de infarto e ictus y se recomienda en desintoxicaciones.
Se puede preparar a modo de guarnición de carnes o se pueden elaborar diversos rellenos, purés o tortitas. También está disponible la harina de alforfón con usos similares que en las harinas corrientes.
Mijo
El mijo (el típico alimento de los periquitos) pertenece entre los alimento menos alergénicos ideales para los celíacos, es fácil de digerir y contiene un montón de sustancias minerales y fibra.
El uso es igual que en el caso del alforfón, tiene los mismos usos culinarios que el arroz, el que ayudó a eliminarlo de nuestro menú.
Legumbres
Los legumbres formaban parte importante de la alimentación de nuestros antepasados. Hoy en día se comen esporádicamente. Sin embargo representan una fuente perfecta de proteínas vegetales, ayudan a bajar el colesterol, la tensión arterial y el nivel de azúcar sanguíneo. Gracias al índice glucémico bajo alargan la sensación de saciedad.
Soja
La soja contiene proteínas vegetales sanas, ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales. Reduce los niveles del colesterol dañino e influye positivamente en la regulación del azúcar sanguíneo.
Es recomendable dar preferencia a los productos tradicionales de soja ante la carne de soja, ya que están elaborados con métodos clásicos. Vale la pena probar por ejemplo el queso de soja tofu. El sabor tradicional sirve para la preparación en caliente, mientras que el ahumado se aprovecha para comer tal cual o acompañado con tostadas.
Otro producto impresionante es el miso. Se trata de una mezcla fermentada de soja, sal marina y cereales, de la cual se preparan sopas que fomentan la digestión y defensas naturales. Es beneficiosa para los vasos sanguíneos, reduce el colesterol y elimina sustancias dañinas del cuerpo.
Lenteja roja
Esta variedad no es muy conocida, pero es muy sabrosa. Además tiene una gran ventaja y es que no hace falta ponerla a remojo y está hecha en un cuarto de hora más o menos. Crea una estructura de puré, por lo que es perfecta para elaborar sopas, cremas y purés para untar en tostadas.
Nueces
Tampoco te olvides de las nueces, ya que contienen buenas proteínas, minerales y grasas insaturadas muy beneficiosas e imprescindibles para la salud. Su uso es realmente amplio tanto en la cocina fría y caliente o en la repostería. También sirven de merienda.